Comprender que alrededor de tí y de mi hay un espacio infinito.
Supongo que en estos términos no hay mejor forma para comprender el mundo que cogiendo un trozo de tela cualquiera y verlo a través de una de esas lupas de bolsillo.
Entre el cero y el uno hay infinitos números, o lo que es lo mismo
Comprender que entre tú y yo hay un espacio infinito.
Que todo está hecho de ceros y accidentalmente lo rellenamos con un orden aleatorio. Que algo a su vez es infinitamente pequeño, un infinitésimo; inifinitamente grande, un infinito. Que el tiempo y el espacio también juegan un papel derivado en este juego. Derivado de haberme encontrado contigo gracias a tu cierta posición en un determinado instante. Juntar todos éstos y aquellos conceptos y comprender que esos infinitos e infinitésimos se transforman en un baile imperceptible porque uno logra ver que las palabras cursivas se han logrado colar en otro espacio de este texto y en otro momento de tu lectura y que
estar contigo es
contraer el espacio y expandir el tiempo
2 comentarios:
Detenerse en lo microscópico es como detenerse en un pálpito que, sorprendentemente, tiene dimensiones universales dentro de uno mismo. ¡Bravo! Genial las metáforas y las comparaciones.
La sencillez lo encierra todo, el resto se nos escapa. Todo está allí entre las cosas pequeñas y apretadas :-)
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