El Vivo deseo

Los sentimientos vienen y se van y bien uno nunca sabe. Las personas también vienen y se van y esa, no es una hisoria muy distinta. Hay en ese momento algo que desea crecer dentro de nosotros, algo que contempla a hurtadillas y a escondidas lo que parece ser la tierra prometida. Y ese algo, que habita dentro a dentro de nosotros, donde nadie alcanza a leer, perece. Se deshoja, pero no hoja a hoja, nada de eso. De repente, al unísono y todos los pétalos alcanzan el suelo al mismo tiempo. Entonces nosotros, cada uno sólo, de pie ante un desierto sin espejismos. Aquí el amor allí el odio, por doquier. Aquí M. allí N. ¿Qué más da? Son lo mismo.

Dentro de mí muy adentro de mí, lo sé allí está; ni siquiera yo quiero saber lo que está escrito dentro de mí entonces, entonces...? Entonces sopla el viento y se lleva los sentimientos. Entonces llega una corriente y se lleva las personas. Y allí estamos de nuevo, adelante siempre hacia adelante.

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