De vez en cuando M. oye melodías, lejanas muy lejanas, suelen aparecersele en sueños y cantan algo así:
"El tiempo ha pasado ¿verdad?"
"Hemos cambiado"
"Tu has cambiado, yo he cambiado, pero nosotros no hemos cambiado, nos seguimos necesitando"
"He amanecido con otras y ni siquiera tu sonrisa se asomaba en el horizonte"
"Sí, nunca llegaba para montarme con Apolo en su carro"
"¿Entonces?"
"Entonces aún te quiero, ¿volvemos?"
"Naturalmente".
Entonces despierta, y sigue cantandolas mientras mantiene su rima en la cabeza. La naturaleza de dichas melodías aún le es un tanto extraña a decir verdad, a pesar de que es inegable que conoce su origen, "¡Oh!, no es más que una vieja relación", luego suelen preguntarle "¿Entonces?", "Mmm... lo que sucede es que no hay ninguna nueva", "ah vaya entonces no es nada digno", "exactamente, nada digno". Así es, aparecen porqué dichas melodías se antojan insustituibles, hasta que alguien dé el golpe.
Es como un grupo de música, jamás es capaz de reconstruir "ese" disco, que les hizo triumfar en la vida, ni siquiera se les antoja intentarlo, puesto que es algo ciertamente muy difil, en vez de ello intentar crear algo nuevo, distinto, que en otro plano, en otra realidad, frente a otro público, se redescubra como el nuevo gran dsico de la banda. Y entonces se pueda olvidar al último disco exitoso, tal y como se olvida a la banda que hizo ese disco, y se cree en una nueva.
¿Cuál es el problema de M.? La falta de sueño. No hay lugar a duda.
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