Ejercicio Nº2

"Un ojo sensible descubre el hueco entre los ladrillos, a luz que pasa."
Julio Cortázar

en el fondo sabía que no se puede ir más allá porque no lo hay en el fondo sabía que no se puede ir más allá porque no lo hay en el fondo sabía que no se puede ir más allá porque no lo hay en el fondo sabía que no se puede ir más allá porque no lo hay en el fondo sabía que no se puede ir más allá porque no lo hay en el fondo sabía que no se puede ir más allá porque no lo hay en el fondo sabía que no se puede ir más allá porque no lo hay en el fondo sabía que no se puede ir más allá porque no lo hay en el fondo sabía que no se puede ir más allá porque no lo hay en el fondo sabía que no se puede ir más allá porque no lo hay en el fondo sabía que no se puede ir más allá porque no lo hay en el fondo sabía que no se puede ir más allá porque no lo hay en el fondo sabía que no se puede ir más allá porque no lo hay en el fondo sabía que no se puede ir más allá porque no lo hay en el fondo sabía que no se puede ir más allá porque no lo hay en el fondo sabía que no se puede ir más allá porque no lo hay en el fondo sabía que no se puede ir más allá porque no lo hay en el fondo sabía que no se puede ir más allá porque no lo hay en el fondo sabía que no se puede ir más allá porque no lo hay en el fondo sabía que no se puede ir más allá porque no lo hay en el fondo sabía que no se puede ir más allá porque no lo hay en el fondo sabía que no se puede ir más allá porque no lo hay en el fondo sabía que no se puede ir más allá porque no lo hay en el fondo sabía que no se puede ir más allá porque no lo hay en el fondo sabía que no se puede ir más allá porque no lo hay en el fondo sabía que no se puede ir más allá porque no lo hay en el fondo sabía que no se puede ir más allá porque no lo hay en el fondo sabía que no se puede ir más allá porque no lo hay en el fondo sabía que no se puede ir más allá porque no lo hay en el fondo sabía que no se puede ir más allá porque no lo hay en el fondo sabía que no se puede ir más allá porque no lo hay en el fondo sabía que no se puede ir más allá porque no lo hay en el fondo sabía que no se puede ir más allá porque no lo hay en el fondo sabía que no se puede ir más allá porque no lo hay en el fondo sabía que no se puede ir más allá porque no lo hay en el fondo sabía que no se puede ir más allá porque no lo hay en el fondo sabía que no se puede ir más allá porque no hay en el fondo sabía que no se puede ir más allá porque no lo hay en el fondo sabía que no se puede ir más allá porque no lo hay en el fondo sabía que no se puede ir más allá porque no lo hay en el fondo sabía que no se puede ir más allá porque no lo hay en el fondo sabía que no se puede ir más allá porque no lo hay en el fondo sabía que no se puede ir más allá porque no lo hay

Ejercicio Nº1

Acerca de la vista de una ciudad

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Carta para Lucía

(Carta para ser leída por Riccardo, para Lucía)
Y
con ella llegó la sonrisa,

De la mano de ella, Lucía y yo llegamos a Madrid, la casualidad nos había conducido a las puertas de un pequeño palacio cercano al centro, equidistando de la Plaza de España, la Gran Vía madrileña, la Plaza del Callao y la Plaza de Oriente; pero no es de extrañar, con Lucía siempre son fáciles. Cuando llegamos a ese palacio nos encontramos a un grupito de jóvenes universitarios, A. con su parsimonia, sus costumbres hurañescas, V. con sus ilusiones propias de otra galaxia, P. con su si-te-he-visto-no-me-acuer
do. Y M., bueno ¿qué decir de M.? Pues que cómo yo, cantaba en la ducha. Y entonces junto a Lucía empezó la vida.

La vida con ella, la vida en el palacio al este de oriente, la vida en España, la vida en Madrid. ¿La buena vida? No hacen falta tantas precisiones geográficas, era una buena vida porqué era con Lucía. Cómo olvidar esas primeras mañanas vacías cuando con hablarte tenía mucho más que suficiente, era todo lo que necesitaba. El resto que vivían con nosotros iban y venían, vivían, tu también, y yo buscaba trabajo. Luego llegaron las briscas, las sonrisas, los tequilas con sal y limón, las muchachadas, el fútbol; el entendimiento. Aranjuez, tu lesión en la espalda, Toledo, nuestra pasta italiana, el norte, nuestro todo es hoy y… ya pensaremos en el mañana.
Encontramos nuestro pequeño sitio en esa gran ciudad que a todos acoge; vimos teatro, cine, espectáculo, fuegos, sonrisas y más bien pocas lágrimas, muchas ganas de querernos, de redescubrir qué es ser querido.

El que me escribe estas líneas ya no sabe, si le echáis mucho de menos, todos nos hemos mudado; nuestro palacio se ha caído, sólo es un recuerdo, un muy buen recuerdo que de fondo siempre tiene tu sonrisa Lucia. Para nosotros, me ha dicho un pajarito, las españas, siempre serán nuestra casa.

Torciómese la pluma, IIII

No me mire con esa cara de plomo fundido, agente. ¿Se ha fijado usted nunca en los relojes de campanario? O en fin, en cualquiera de esos que lo colgaron en una pared de piedra. Ya veo que no. Si fuera un hombre vivaz, se habría dado cuenta de que en vez de utilizar el "IV", para marcar, sea dicho, las cuatro, nos utilizan el "IIII". No parece ustar usted más sorprendido que cuándo le he contado lo que sucedió en esa casa, debería estarlo; el plomo es algo muy común.
Usted... es, su-us-diós.
Oh, no de veras. Vamos no vaya a creer eso, yo tan sólo me quedé sólo; mucho vino. ¿Entiende? Es una tradición germana, en día de año nuevo no ingieren doce uvas, que lamentable tradición, no, hacen precisamente eso, cojen una pieza de plomo la funden para lanzarla al agua y en la figura esperpéntico-saliente, proyectan su sombra chinesca e interpretan la fortuna para lo que ha de venir. ¿Quiere probar?
Yo, mire, yo ya he hecho mi trabajo.
No sea tímido, casualmente tengo unos fósforos, sólo tengo que tomar la cucharita de mi café, y encontar un trozo de plomo en los bolsillos, no habrá problema ¿sabe? Puede encontrar de todo si le da la vuelta a sus bolsillos. ¿Ve? ¡Aquí está el plomo! Ande, no tema, coja la cuchara, vierta ahora su contenido en el vaso.

Shhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh


¿Camarero? Che, cóbreme un café por favor.

Torcióseme la pluma, III

No estoy haciéndole la tres-catorce, ni el truco del almendruco, ni nada por el des-tilo. No hombre no, lo que usted pretende hacer madera de las hojas caídas de los árboles. Una conversación es un tronco, mis árboles tienen muchas ramas, ¿sabe? Yo suelo irme por ellas, cuando le he pintado un árbol suficientemente interesante, entonces tenemos que ponerle el follaje, toda historia tiene un follaje ¿sabe? A mucha gente sólo le interesan las historias con follaje. Che, que luego si acaso ya le he pintado un bosque y entonces usted ya podrá hacer madera, que es a lo que ha venido.
Esto es absurdo
No digo que no
No me diga lo que no dice, digame lo que quiere decirme
Por querer yo ahorraría saliva que falta me hace para otras cosas
No le falte respeto a la autoridad, ¿quiere?
Bueno, de acuerdo, si no hay más remedio, le pondré en escena, pero luego, no diga que no le advertí compadre. Todo le parecerá muy sencillo con los detalles. Y siendo la vida lo complicada que es... Obviando las razones que complementan a cuaqluier determinante cuantitativo, cualitativo y circustancial acentuado. Me encontré fundiendo plomo culo al aire a una vela. El plomo, cómo la naturaleza dicta-pluma se fundió. Vertí el contenido del culo escaldado de la cuchara en un vaso con agua fría. Sonó en chasquido acompañado de cierto humo de naturaleza mecanica y en cuanto quedó una forma sólido-esperpéntica en el vaso, todo el mundo había desaparecido, dejando tras de sí, una humareda metálica. Che, será que también se les fundió el plomo.

Se me torció la pluma, II

"Música, melancólico elemento para los que vivimos de amor". ¿Entendés?
Me remito a los hechos, eso aún no explica nada.
¡Silencio! ¡O se nos cagarán las palomas!
Hmm....
Llegué a mi pieza, penetré la ferrosa llave la cerra-dura de la puerta; un grado de turbulencia. Perpetré un giro; dos grados de turbulencia. Pisé al gato; tres gados de turbulencia. Maldito gato. Me metí en mi habitación, la estufa estaba apagada; cuatro grados de turbulencia. Entró también el gato; cinco grados de turbulencia. Bajaba música por las paredes, manchándolas, mojándolas, el ruido pintaba la pared; a alguien se le había rebentado el oído arriba, cómo mino, jodidos vecinos; seis grados de turbulencia. No más. Me subo, súbito.
Peldaño por peldaño, majestuoso cómo si estuviera aprendiendo de nuevo a subir las escaleras. Y llamé a la puerta.
¿Y entonces?
Nada
¿Qué? Oiga, pero, ¿usted sabe con quién habla? ¿Acaso juego conmigo?
Paciencia ¡che! ¿Usted cree que yo me turbulezco muy a menudo? Ni muhco menos, más bien más poco que menos. A fecha del otro día, tan sólo había alcanzado el cuarto grado, ¡Y míreme!
Más bien quiere usted decirme que todo sucedió antes, mucho antes de que usted volviera cantando las cuarenta hacia su pieza, para golpear la puerta de sus vecinos.
¿Nunca le dijeron que es un facto estilístico dejar las e-videncias para las palomas? No me mire así, uno no se queda indiferente después de que me sucediera eso en esa casa antes de las cuarenta, pero usted me tiene mi única enfermedad son mis secretos, la verdad es la verdad, lo único que puedo hacer es vivir con ella, y no me mire así que estoy citando. Pero usted está aquí para curarme ¿no es así? A mi me parece gracioso que el grano se esté convirtiendo ya en mazorca.

Me se torció la pluma, I

Ve al grano
está bien de acuerdo. Che, ¿está usted seguro de que todo esto puede ayudarle?
Por supuesto, a esto me dedico ¿no se acuerda?
Si pero, no deja de ser extraño ¿sabe?
¿Perdone?
Cómo pueden nuestras vidas dejarnos confesasr a quién menos nos importa, ¿acaso son los que más nos ayurarán?
Creo que no le sigo
Mire, ¿usted canta por la calle?
Insito en lo de que no lo sigio
Mire no sé si se habrá fijado agente pero la gente ya no canta por las calles ¿no es cierto? Yo no dig que antes ocurriera, simplemente me imagino que en el mundo de antes la gente podía cantar por la calle sin que tuvieran que vestirla de rosa, ¿me sigue? Bien. Y sin embargo fíjese, nadie canta sólo por la calle. A no ser que sea un clochard, o un loco, que no es lo mismo, pero se le acerca si usted ¿me entiende? ¿Me está escuchando? Sea educado y asienta alguna vez hombre. Bien, cómo le decía, sin embargo si uno va acompañado, y hay alguien que les escucha, entonces parece cómo si tuviera licencia para cantar, sí como el tipo ese. Va acompañado y parece que algo le escucha; entonces la locura compartida deja de ser locura. No es así si uno canta sólo. Pero a mi me gusta cantar, especialmente si estoy sólo ¿sabe? Hablando de grados de locuras usted se habrá percatado también de que hablar sólo es incluso más locuro que cantar sólo. Supongo que será de las vías más rápidas para que le pongan a uno en bata rosa. Y otras cosas por el estilo.
¿Quiere hacer el favor de ir al grano?
Oiga, aquí todo es importante, sinó, nunca entenderá cómo llegué a esa casa, y cómo sucedió todo. Y no habrá cosas por el estilo. Todo terminó cuándo después de que sucediera, tuviera que volver andando a casa, de noche, cruzando unos cuantos arrondismens, terminé cómo siempre, cantantdo, las 10, las 20, las 30, cantando las 40. Me encanta caminar por la ciudad, esa bestia que de noche duerme, y les permite a los torcidos como yo, destorcerse. Ya verá usted que al final, cuando todo encaje, me acaba entendiendo.

No hay Centro

Desolación, la forma moderna de verla, a mi prezco-enteder es en forma de cursor palpitante enicima de una pantalla, a bien ser plana y panorámica. Esa vaivenír condena del que ahora escribe; antaño papél-mojado-con-pluma-estacionaria-sobre-el-papel. Es duro cuando se quiere escbirbir y no se sabe de qué. Miras al mundo (corazón abierto) en búsca de alguna excusa para hacer que ese maldito cursor deje de palpitar; preguntas a los perros, los gatos; miras debajo de las piedras y nada, nada que contar. Ni siquiera en un midí de la Rue des Crochettes. Hace un calor que no es normal eso sí. Cuánto sol. Esto me pasa por seguir por el lado de acá.

Ni siquiera eso tiene interés; el cuánto sol. Luego entras en el métro y a diferencia de los últimos meses, lo encuententras un lúgubre, que eso sí, sigue escampando la misma peste. No tiene interés. Luego abres un libro y cómo hipnotizado for a ghost inocuo empiezas a pensar en escbibir lo que ya está escrito y cómo ya está escrito ¿Qué hacer cuando no hay nada qué mirar ahí fuera? Mirar hacia dentro. Mirar curvadamente hacia dentro. Dentro hacia curva.

Mirar hacia dentro es como intentar descifrar una ciudad por lo que se esconde tras las ventanas de sus edificios, es como visitar una ciudad por sus alcantarillas, correrla por su metro. Es allí dónde ocurren las cosas importantes; el resto, una masa cambiante de tránsitos torpemente conectados. Dentro oigo una voz, deconstruida desde Marc hasta un ausente M.


Demuéstrame que vale la pena luchar por tí.

Qué no es ganar y perder en soledad.

Que no soy sólo un peón.


Algún día tendré que golpear allí dónde hace daño.


Buscando el Centro

(letra en cursiva de la canción de Michael Kiske, Longing)

Una cama, un hombre, una mujer, la mujer dormida, en posición fetal, el hombre de espaldas al sueño, mirada fija en la pared;

Hacia la derecha, Derecha, ¿izquerda? Izquierda, arriba, Arriba, ¿dónde está el centro? "à la fin seule les traces nous restent, mon amie", no dejaba de sonar en mi cabeza. Che, se lo ví soltar a un clochard a un gato negro. Estos tiempos son los que corren. Che, este es el problema, pensando en burradas cuando hay que dormir ¿Qué sucede? tumbado en la cama, como si esperara el resultado del análisis "tiene que dormir más y escribir menos". Detén esto. ¡Hay que dormir! No. No. no. no. Así es peor, pensando que hay que dormir cuando sólo hay que dormir. No encuentro mi centro hoy para domir. Por escuchar, ya escucho el tic-tac de mi corazón. Y lo peor es la soledad; porqué cuando la gente duerme se ausenta, se va, quién-sabe-dónde, yo el otro día me fuí a hacer una travesía por el artico en una barca hinchable, ché y tan contento. ¡El frío sólo es pasajero! Pasajero.... viene y se va, claro...

Feelings come and go - I've never known,
Something longs to grow - won't let go.
Spirits around my head - are whispering,
I turn inside instead - of wondering.

Quizá si la abrazo... sí así esta bien.

Deep inside of me - I know there's got to be,
A different kind of truth - that sets the spirit free.
If I don't wanna know - what's written inside me,
How could I see anything - how could I be anything ?

Al final, si duermo, si despierto no sentiré los brazos, quizá asá.

Restless minds have searched - long before,
The truth will be same - for evermore.
The mightiness of trees - that you can feel,
Can give you all you need - just listen still.

Here is love and there is pain.
Joder, quizá no conozcamos el amor, pero sabemos hacerlo.
It's all around, it's all the same,
¿Qué hace está canción en mi cabeza?
There's nothing new that I could tell to you.
¿Qué hace esta fría-puntiaguda espina cerca de mi corazón?
But still there is the universe inside of us that never bursts,
¿Porqué brota una lágrima de mi pupila, justo de mi pupila?
We might not know the mining yet, but I am sure we can't reject
Este es el origen de todos los males
The truth that is in everything - that is and has been and will be.

La añoranza, sí. Pues por eso será. Longing. La ignorancia hecha sentimiento. La melancólico-ignorancia. Toda esa gente a la que quiero. Tan Lejos. Todo eso que me rodeaba. Tan Tan. Todo eso que no está y quiero cerca, todo ese vapor que cubre el horizonte del Sur-de-mi-vida. Se ha condensado y con un golpe de viento certero ha sublimado y a tomado forma de alfiler, y se me ha clavado en un lugar cerca dónde el alma hace música. The world forgetting by the world forgot.

There is a long way to go - there is a high place to know,
There is a world to go through - but there's so much more to do
Until we're home !

La Ventana Rota

Es duro cuando las gotas de agua, de la lluvia, no pueden resbalarse por una ventana, si ya es duro para la ventana, más duro es para los vecinos del 1 del Boulevard Picpus, en el 12ème Arrondisment, en París.

Corrían varios-pintos-muchos meses atrás cuando por primera vez subió esa YA fría escalera, cinco pisos para coronar esa puta, si deja que llene la pluma y corra toda la tinta, Puta habitación. Demasiado calor, demasiado frío, demasiado polvo, demasiadas cenizas. Unos días después todo fue mucho a peor; alguien había roto esa parte de la ventana, y por ella ya no podía resbalar la lluvía. A partir de ese día a N. las cosas le fueron de mal en peor.


Las hojas cayeron, el Sol se intimidó con la llegada del invierno, las calles se helaron, y de repente con una mañana llegó el invierno. La ventana seguía rota; se convirtió en su condena, no le imortaban una mierda esos cinco pisos, ni ese calor, ese frío, ese polvo, esas cenizas, pues la ventana, seguía rota. ¿Porqué nadie arreglaba la ventana?


La ventana, no daba a la calle, daba a un patio interior. Es una de esas ventanas opacas, que no quieren mostrar de lo que nos salvaguardan, ni siquiera dejan opción, no hay cortina, no hay persiana, sólo ventana y su única desdicha, mostrar crudamente lo que esconde, es que se esté rota. Hasta que llegó el día.


El día en que nevó, y el mundo quedó blanco, ¿todo el mundo? No, el que mostraba la ventana no. N. lo comprovó; tenía la costumbre de que cuando bajaba de su quinto, todas las mañanas al despuntar el alba, contemplaba el patio interior, desde esa ventana rota en la escalera, si el patio estaba mojado, mierda: llovía. Esa mañana el patio no estaba nevado, así que sólo supo sorprenderse ante un mundo blanco, nevado, un mundo que la ventana rota, no le había mostrado. Así que no se extrañó el día siguiente.


N., tenía la costumbre de salir a correr, cómo hace la gente responsable, es un ritual, son los domingos de su religión, tantos como su semana le permite. Mallas. Camisa térmica. Cascos. Guantes. Gorro. A correr.


Peldaño a peldaño, con fuerza, con ímpetu, con espíritu. Bajando la escalera sin notar que son cinco pisos, cuando uno baja, cae. Alto. Alto. La ventana que no da al mundo, está arreglada. Vuelve a estar allí, pero no sólo está; es mucho más joven que las otras, mucho más limpia. Uno. Uno. Suben las pulsaciones, sube la adredalina, ruge la música. Cómo adora N. a su señor, el que le libera. El mundo es blanco, el lago, alrededor que córre es blanco, nieve en la tierra, hielo en el agua, niños, famílias en la felicidad, perros, patos, cisnes, en la naturaleza, crepúsculo en el cielo, cometas en el aire. Uno, uno. Una a una las gentes, cortan las vallas que prohíben pisar el lago helado. El lago se inunda de helada felicidad, niños, perros, adultos, todos juegan, todos aman, todos son felices, encima del hielo, encima de una muerte helada. N. se detiene, observa; hay un, un sólo círculo líquido en todo el lago; allí estan los cisnes, quietos, expentantes, no creen lo que ven sus ojos de príncipes; su reino, su lago, sus aguas, invadidas por aquellos que sólo se atreven a admirarles des de la orilla; la curiosidad mató al gato.


N. pone un pié en el hielo, dos piés, y corre, corre. Corre encima de una de esas ventanas del mundo, que sólo la gélida naturaleza, en su muerte anual y cíclica, es capaz de reparar, y rejuvenecer,


la ventana que da a un mundo que no queremos ver.

Des-Aparece.

¿Por qué?
muestrame las razones
¿por qué?
Intenta
entcontrar alguna razón
Intenta.

Tal día como hoy, y el mundo
sigue cambiando y mientas todo este
tanto yo, aquí estoy, lamentando.

Quema,
para sentir la vida
quema.
Vive,
Tu eres la frontera,
viva.

Tal día como hoy, y el mundo
se detiene y espera, espera a que tu
algun día, me seas sincera.

Un millar de ángeles caerán del cielo

El placer de repetirse; ponme cuatro notas Johnny, y dale, dale, dale, dale, otra vez; somos animales. De pequeño me gustaban mucho las ballenas. Un día como hoy, después de darlo realtivamente duro a la piscinal, no vayamos a sentirnos grandes y exagerados. Uno se retira a la otra, una espécie de piscina tranquila, calmada con agua más caliente, uno se tumba, y poco a poco se introduce en el agua; me ahogan los pensamientos.

Vivimos en un mundo en el que la gente cada vez canta menos y gritar en un mundo lleno de Ipods sigue siendo un absurdo, la cuestión es que a diferencia de la palabra vulgar, la palabra cantada tiene una propiedad perturbadora, que deja inquieto; se nos puede narrar la historia más triste jamás escrita y contada, pero si la melodía es alegre... ¿Cómo se nos va la letra de la cabeza? ¿Porqué somos tan humanos si luego la música se lleva la letra a paseo? No en vano bajo el agua viven las ballenas y no hablan, cantan, dejarían de hablar algún dia al ver que lo de cantar surgía más efecto. Además, resulta que debajo del agua el sonido tiene una mayor velocidad que en el aire. En vano gritaremos en el agua; una de las pocas cosas que nos diferencian de las ballenas es que sus cuerdas vocales calzan para mojado y las nuestras para seco, y eso de la interfase es demasiado complicado; mejor no probarlo nuestros gritos, como nosotros; se ahogan.

Y allí estás mientras -tanto, mientras todo este tanto, sólo tienes fuera del agua la nariz y los ojos. Notas como el agua es más cariñosa contigo que el cariño que nos puede dar una madre, una madre sólo tiene diez yemas de dedo, el agua tiene tantas que no queda pliegue de nuestra piel que no toque que no mime. Y entonces la sientes....

...Es la vida de nuevo, aquí con una pizca de cuerpo fuera del agua, aquí sí hay que respirar, se te incha el pecho, sientes la presión del agua, y sientes como dentro de tí, hay aire y en otro vaivén como ese del corazón que a veces por la noche nos hace sentir tan vivos, lo hace de nuevo.

En el cielo están con el cuello en el agua.

La Ecuación Humana (de segundo grado)

Estás haciendo cola para comprar unas entradas, en un comercio cultureta cualquiera, montones y motones de libros en su interior. Te balanceas porqué estás incómodo, adelante, atrás, derecha, izquierda; hacia al centro, siempre apuntando al centro. Incómodo; no estar bien en el cuerpo, hay algo que falta, algo que sobra. No hay justícia ni con las cantidades.

Contemplas a alguien buscando libros y ves eso; alguien buscando libros. Ves sólo eso porqué tienes velos, pensamientos que cruzan tu mente, tonterías, tareas, evaluaciones físicas de dependientas, trascendencia, obscenidad, miscelánea, de todo.

Y de repente; taquicardias. Literal vamos. Te salta el corazón, se acelera, pones la mano en el pecho y lo ves claro; el milagro de existir, el instinto de vivir, la fortuna de ser. Y el repente ya se fué.

Contemplas a alguien buscando libros y ya no ves eso ; nadie buscando libros. Ves a un individuo malgastando su vida, cubriendo la realidad de mierda, de tonterías, de desfachateces que nos desvían del porqué del todo; nacer, crecer, reproducirse y morir. Por el camino; comer, cagar y follar. C-R-M, C-C-C. crmccc.crmccc.crmccc. Porqué nos empeñamos en adornarlo, en complicarlo, ¿en darle vueltas? Un cuarto de vida encerrado en un aula, malgastando nuestra vitalidad sentados en sillas-que-nos-encorban-la-espalda, nos-amigdalan-la-mente.

¿Qué nadie conoce el mundo y todo lo bueno que hay por ahí fuera? Yo no soy nadie, pero sé que algún día tendré que quemar, quemarme para sentir la vida de nuevo en mis abrasantes entrañas.

Burn, burn to feel life again.

Lee, plantea, aisla, aplica, calcula, recuadra y mientras recuadras recuerda que el marco tenga tus medidas, forma prismática y que resista un poco bajo tierra. Amén.

preludio a Una Leyenda

Enfrentarse no forma parte de la naturaleza de todo el mundo; el conflicto, el eterno choque entre los que se creen buenos a su manera y malos "sólo lo son los otros", ambos buenos, ambos malos. El eterno choque entre el bien y el mal, la vida en blanco y negro. ¡Y zas! Alguien dió el paso, Más allá del bien y del mal. Punto de fuga: todo concurre. Todo viene de un absoluto que al dividirse entra en conflicto. Frío y calor, no se escapan, la naturaleza no se escapa; No me gusta el frío. Pero a veces puede ser bello, y las cosas bellas sí que me gustan.

Esta mañana, gris mañana, me he levantado temprano como de costumbre y me he vestido según las costumbres que mandan nuestros tiempos, una ducha, para mantener el mito europeo de que nos duchamos una vez al día,y para la calle; abrigo, bufanda, guantes, ¡bah! Lo habitual.

Y entonces lo inhabitual; París cubierta de nieve, cubierta de una consistente y creciente pátina blanca.

Hay un lago, cerca de donde vivo, se llama el lago de Picpus, allí es normalmente dónde suelo correr. Aclaro: para mi correr es como un ritual sacro, religioso, no corro en cualquier sitio y cuando lo hago, lo hago como un feligrés verdadero; voy a misa todos los días que tocan las campanas. Y ojo mis misas suelen rezarse al atarceder, dónde el día se encuentra con la noche y todo es más bello; el crepúsculo. No sólo el domingo, o a la misa del gallo. En mi natal Tona, el pelegrinaje cíclico era al monte del Castillo, en Madrid, era el Templo de Debod, en casa de mis padres es el monte de Sant Marc, en Bruselas el Fôret des soignes y en París ni los Jardines de las Tullerías, ni Trocadero, ni los Jardines de Luxemburgo ni nada por el estilo: El Lago de Picpus.

Situado en los límites de la ciudad, està en el 12ème Arrondisement, le da nombre a toda una zona y es un sitio habitual de perenigraje dominguero en toda su expresión, y allñi doy vueltas. Recuerdo un día de diciembre, antes de volver a casa, en el que vi colgados unos carteles en los árboles limítrofes con el agua, "¡Atención! No acercarse al hielo" y rodearon el lago con una cinta policial, eso fué objeto de mi más aspero escepticismo y por consiguiente de mi predecible ignorancia. Cuando volví hace unos días, el lago estaba helado por completo, tan sólo una pequeña parte, me imagino que a propósito, no estaba helada, y en ella, estaban todas las pobres criaturas del lago; patos, cisnes y algún otro que mi corto conocimiento de ornitología (si es que se llama así) no reconoce. Pero ah hoy, hoy había nevado.

Y todo, todo, estaba blanco, la luz que se reflejaba en el manto gris que cubre el cielo, el lago cubierto de nieve, la nieve sobre la nieve de sobre la tierra, gggggr, ggggr, cada paso es un acariciar grácilmente la belleza del invierno, todo blanco, los árboles negros y yo corriendo, corriendo vestido completamente de negro:

El Cisne negro que vuela sobre la blancura, oh ¡Vaya! creo que ya lo tengo...

Tómame como Soy


L
lega un día en el que extiendes la mano y nadie te le coje; bienvenido, bienvenido a la vida interior de los otros. A partir de ese día sea quizá cuando te das cuenta de los lejos de todo que has estado viviendo, de cómo la gente, para hablar contigo debe sujetarte de un hilo que llevas atado a los zapatos porqué sinó te vas, te vas, te vas hacia las alturas. Y allí hace frío. Y allí cada menos hay menos aerostáticos.

Desde entonces vagas perdido, esperando algo que no llega y si no vigilas, a morir, al fín. Como si fueras un caballero que en vez de encontrar su castillo, erras. Entonces después de mucho pensar y poco vivir, llegas a la última conclusión; pinchate, reviéntate y cae al suelo hecho un harapo; conviértete en uno de ellos.

Es muy fácil; práctica los largos estados de letancia mental, la inactividad, el deseo, la apetencia carnal, lo dejo para mañana lo que me interrumpe el placer del ahora, tuerce la senda; disfruta viendo y siendo consciente y hasta gustarte como pierdes el tiempo, como gastas tu vida hasta el último súlfuro, hasta que vuelvas a sentir todas esas manos acariciándote, esas lenguas lamiéndote sin que siquiera tengas que extender la mano y decir:

tómame como soy. Porque ya no eres, ahora sólo estás.

Le valse des adieux

"I must bid you farewell, carried by destiny, bound to obey". Hacía tiempo que por aquí no rezaban canciones. Envez de reproducirla la he citado por una razón muy sencilla, la pedante elegancia de la palabra inglesa farewell y el verbo to bid farewell, es cómo decir goodbye pero de una forma mucho más posh. Y no tenemos mucha pochería en el idioma de Cervantes. No almenos para despedirnos, para decirnos Adiós. Hasta Luego.


Algunas personas saben que se me dan muy mal las despedidas, a pesar de que podría estar doctorado en ellas; muchos periódos de mi vida se han visto ya marcados por ellas y por su vaivén, por su repetición en mi vida. No obstante y sin embargo una despedida suele estar acompañada por muchas otras cosas positivas aunque de naturaleza tragico-nostálgica. La despedida en sí es algo bello, del encaje de manos al beso apasionado, pasando por el eterno abrazo de una tormenta emocional con un torrente de sentimientos sin presa ni delta.

Y luego siempre le sigue una llegada, nuevos hello's. Por supuesto, siempre entre un tránsito, se habló en este sitio hace ya un tiempo de lo que es estar en tránsito. Ese no ser, no estar, no hacer que se es se está y se hace cuando se viaja de un punto a otro; las horas muertas que más bien vale pasarlas contemplando una ventanilla y invocar nuestros interiores que mirando una pantalla de unas pocas pulgadas. Y después de las pocas pulgadas llega nuestro destino y los nuevos holas.

Au revoire dijo voltaire.