El otro día andaba yo montado en un autobús. Como un día cualquiera. Puedes hacer un par de cosas si el trayecto es corto (apenas cruzar la calle Princesa), intentar leer alguna página o mirar por la ventana y fugarte con alguna chica que vaya en bicicleta, si se da el caso. Que ya aclaro, no se suele dar. Lo dicho, estando yo sentado escuchando mi música y mirando por la ventana ví.
Ví una paloma, una paloma volar junto al autobús en un vuelo "rasante", a ras de suelo, en el carril de la izquierda desafíando al tráfico madrileño (que es una jungla), al ver que el coche que tenía delante frenaba y con la voluntad de mantener su altitud de vuelo, viró violentamente hacia la izuierda, pasó por delante del autobús y se perdió entrando en el palacio que por allí tiene la Duquesa de Alba. Fué algo bonito la verdad, ver a esa paloma volar al lado del autobús a la misma velocidad y luego verla virar de ese modo.
Me fijé un poco en mi situación, yo me iba a la escuela (de aeronáuticos) para estudiar un poco de estructuras, bueno para aprovar un exámen más que nada. Sólo des del punto de vista estructural, el vuelo de esa paloma ya es algo bastante utópico para cualquier avión. Nos vamos directamente a los aviones militares denominados comunmente "cazas", y bien, mucho ha tenido que trabajar la humanidad en los últimos cien años para desarrollar ya no sobre el plano sinó los materiales que soportarán esas cargas estructurales (inercia básicamente) sobre el avión con esos virajes tan salvajes, yo todo ello con una rigidez de movimientos matemática. Nada que ver con la belleza y elegancia del vuelo de una paloma. Sí una paloma, una de esas sucias ratas de ciudad a las que los abuelos les hechan maíz y van por ahí siendo el infame objetivo de muchas mentes perturbadas que sólo les placerían arreándoles una patada.
Pero hay mucha sabiduría en las palomas, sobretodo en sus genes: La cúspide de la evolución de seres "no inteligentes": el vuelo. El tiranosaurus rex no se extinguió, se convirtió en pollo. Los dinosaurios no se extinguieron, dicen los últimos descubrimientos de dinosaurios con plumas; evolucionarón. Les salieron alas y volaron, es decir: fueron libres. Mientras tanto, el trabajo de nuestra madre gaia, que ha trabajado durante centenares de millones de años para que unos seres más densos que el aire (los insectos no cuentan en esto, es distinto) y con cerebros de tamaño considerable desarrollaran una perfecta y bella capacidad de vuelo. Nosotros, que ni por asomo somos tan sabios, aunque nos acercamos, aunque comprendemos su lenguaje, que son las matemáticas y la física, estamos lejos aún de ello. Por ello construimos monstruos de fierro, de la mano del mundo militar, monstruos de fierra que ni siquiera son capaces de batir sus propias alas, que escupen ceniza y humo para volar. Y por ello debemos estar orgullosos, la madre naturaleza, lleva algunos millones de años de trabajo con nosotros, y nosotros en poco más de un siglo, hemos conseguido lo que a ella le costaría probablemente o nuestra propia existencia o otras decenas de millones de años: hacernos libres.
Libres como una paloma.
4 comentarios:
joder, una paloma, menuda mierda de bicho asqueroso, ya podías haber cogido un azor, o un gorrión por lo menos, que es también urbanita. De "aprovar" ni hablo, pero ya me explicarás lo de "...unos seres más densos que el aire (los insectos no cuentan en esto, es distinto)".
Las palomas hipersónicas y que viajan a la Luna son el siguiente paso de la Madre Naturaleza.
Lo que yo creo que verdaderamente dijo la Naturaleza es: "yo estoy cansada de evolucionar, voy a crear al hombre y que trabaje él por mí".
Esperemos que a la Madre Naturaleza no le salga la broma y su hijo no acabe aniquilándola.
Yo creo que la naturaleza estaba cansada y agotada cuando creo a la paloma... mierda bicho...
P.S.: Per cert no puc fer més que aplaudir tal post!
de palomas hipersónicas que intentaban llegar a la luna me suena que ya dijo algo algún filósofo alemán.
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