Ultimamente M. se ha repetido en un sentido: ha mantenido dos veces la misma conversacion y eso a alguien como yo, que le gusta escribir, pues le interesa. M. habla con gente sin pareja, como el, con todo lo que ello pueda implicar, y recuerda esa bella tarde-noche de octubre en la que inmerso en una taberna sutilmente romantica en cierto sentido, en la que estaba con aquella mujer, aquella que le tiene hechizado, esa mujer que su alma nombra, y se miraban a los ojos, y se reian y bebian sangria, se balbuceaban algun poema y se cantaban alguna cancion, incluso de vez en cuando se acariciaban y M. se quitaba las gafas, analicemos esta accion, no es algo gratuito ni arbitrario, quitandose las gafas, M. solo la veia a ella, todo a su alrededor estaba nebuloso, como si el hechizo le provocase ceguera mas alla de los ojos de ella, y el se lo decia y una leve e impercetible tension sexual se respiraba en el ambiente, pero no erremos. Totalmente irrealizada. M. con su hechicera nunca ha cruzado el umbral de lo carnal y es mas, despues de su maravillosa velada esta decidido a no cruzarlo jamas, almenos por iniciativa propia, alguien tendra que cogerle de la mano para cruzarlo. M. ha sido capaz de ver que esa no es la mujer escurridiza que le hace pedir ayuda al Senyor de la Noche ni la Virgen mas Joven a la que saldra leche del pecho.
El nucleo de todo esto es recordemos la "sutil tension sexual" relacionada de forma intima con "la estupidez del erotismo", eso es lo que hace posible todo (en gran parte y de forma triste) y a la vez es capaz de destruirlo todo. Dijo en El libro de los amores ridiculos Kundera: "Lo unico eterno que he encontrado en esta vida es la amistad de un hombre, ya que no esta salpicado por la estupidez del erotismo". Pues eso, a su vez puede ser como la vida de Montes; la estupidez puede ser maravillosa. Sin esa "sutil tension sexual" en parte pensamiento, en parte necesidad biologica (a partir de ahora solo la calificaremos de biologica) es La Madre de los Huevos, ella nos motiva, nos da alas, activa nuestro cerebro, pone nuestro cuerpo en alerta, nos mantiene en una especie de tension muy primitiva, eso nos mantiene agudos, asi M. hace sonreir a su hechicera y asi M. se siente tan excitado tanto mental como fisicamente, si se pierde esa tension M. pierde el hechizo, ergo pierde la hechicera. La forma de romper ese hilo, ese sutil hilo de tension sexual, es muy sencilla: tansolo hay que tirar de el, tensionando: un beso, un acto sexual, eso lo estroperara todo, rompera el hechizo, pero... porque?
Porque biologicamente hablando nuestros genes son en primer lugar egoistas, no es gratuito, biologicamente hablando estamos, como especie, sobre la faz de la tierra para reproducirnos y perdurar como especie, poco mas. Biologicamente hablando somos el chasis de nuestros genes y el objetivo supremo, la opera magna de nuestro yo como miembro de la especie es la reproduccion, el que nuestros genes perduren. Una vez conseguido eso somos un estorbo para el biorritmo y hay un gran problema: la naturaleza no entiende de profilacticos. Un acto sexual por ejemplo le diria a M. que ya ha conseguido repdroducirse con aquella hembra, ya ha llegado a la culminacion por la que su cuerpo y mente han trabajado tanto, esa tension habria ya desaparecido, desapareceria tambien el brillo en los ojos, despareceria esa poesa, esas canciones, desapareceria tambien esa taberna, ese pianista que siempre les toca la Nocturna num. 2 para piano de Chopin, desaparecerian hechizo y hechicera y entonces M. volveria a ponerse las gafas y se veria rodeado de soledad y a la merced de la soledad de otros. Por ello y por muchas otras cosas mas, que no vienen al cuento, M. habra de vivir este eterno castigo: nunca jamas podra M. concocer el olor del cuerpo de su hechicera!
Pero interpretar con lo escrito que M. esta condenado seria un error, M. no esta condenado, tansolo el hechizo y la hechicera con respecto a M. lo estan. Pero hay de todo en el mundo; hechiceras, hadas, ninfas, sirenas, putas y finalmente esa media naranja, que nada tendria que ver con todo esto y que conseguiria hasta que alguno se quitase las lentillas, entre ellos M., si las llevase.
“El acto de parir, ya se trate de un hijo, una idea o una obra de arte, va siempre acompañado de dolor. Los indios huicholes piensan que la pareja de la mujer debe compartir el dolor y el placer de dar a luz: por eso, mientras ella está de parto, el marido se sienta en las vigas situadas sobre su cabeza con una cuerda atada a los testículos. Cada vez que tiene una contracción, la parturienta tira de la cuerda. Al final, el marido siente tanta alegría por el nacimiento del niño como la mujer ¡O incluso más! Esta costumbre de compartir los dolores del parto, en la que el hombre mantiene una actitud simpática de empollamiento ante la llegada del hijo, está extendida entre muchos nativos. (Pintura sobre madera huichol, contemporánea, California, Estados Unidos.)”
A. GELTY, La diosa. Madre de la naturaleza viviente, Madrid, 1996, p. 68.*este post no tiene tildes y esa grafia de este pais tan caracteristica tampoco la puedo escribir y la sustituyo por ny; motivo: esta escrito desde el Departamento de Ingenieria de la Universidad de Cambridge (hala!),
1 comentario:
Señor compañero, señor de la noche,
haz que vuelva su rostro quien no quiso mirarme...
Me parece una manera genial de dar a luz, quizá se lo planteo al afortunado cuando toque jeje.
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