Mi Madrid Sabina

Hundo mis manos en mi cabeza, entre mis cabellos; casi-terciopelo; oscilo y oscilo, cuanto ha cambiado esta cabeza, quizán sean las manos que la sujetan; resulta imposible pensar en qué sucedió para que al recorrer las calles de Madrid, sólo con eso, con aquello, me sintiera completo. Claro está que son muchas cosas las que se han concentrado para que ese paso-tras-paso adquiriera un sentido cuasi místico; para que esa basura en el suelo no fuera más que otro mobiliario necesario de la ciudad; para que a los bares los quieran las calles; para que las farolas cieguen al vampiro. Pero és inútil. Cuántos habrán escrito sobre esto; sin duda menos de los que lo han sentido. ¿Cuántos lo han sentido escrito?

Qué más me da; escribas lo que escribas no hay nada que hacer; siempre habrá gente que lo haya escrito, siempre habrá quién sea mejor que tú; siempre habrá alguien mejor que tú que lo haya escrito. Alguien que lo haya vivido; alguien que lo haya sufrido y sentido, alguien que sepa de antemano de qué va la cosa.

Pero mientras tanto, nosotros a tientas; por las calles de Madrid.

1 comentario:

José Luis Díaz dijo...

Celebro que hayas vuelto a escribir caballero! La pluma siempre está ahi paciente esperando su momento, qué sería de nosotros sin ella y... sí cuantas cosas han cambiado desde aquel día que dijimos de ir a Galicia ;) Qué gran verdad, siempre hay alguien que sabe de antemano de qué va la cosa, pero a los demás sólo nos queda escribir, escribir por las calles de Madrid, no importa cómo ni por qué, tan sólo escribir... y reencontrarse con los sentimientos auténticos, esos que te hacer crecer como persona, que hacen que te conozcas un poco mejor. y preguntarse ¿hacia donde conducen las calles? hacia todas partes, basta con fijar tus ideas y caminar paso a paso, al final de la calle, te estas esperando a tí mismo. Y al año cuando vuelves a pasar por las mismas calles te das cuenta de que por mucho que cambien las cosas, se siente la nostagia del pasado.
Muy bueno este post!
1 abrazo!