Esta boca no es mía

O también más acerca de la no muerte de los poetas. Este es el segundo post del cual yo no soy autor, de nuevo J. nos brinda un precioso texto, a moro de rayo de luna, gran leyenda Bèqueriana;

"Esta es la historia de un hombre humilde que cierto día se encontró con Luna: La noche caía suavemente como cae el agua bendita del Parnaso. Una brisa azul y tenue jugaba con mi pelo. El campo verde y esplendoroso cantaba con dulce voz a los oídos de la Primavera. Caminaba con la cabeza gacha, el miedo a ver más allá de mis cansados pies me llevaba por un sendero ignorante y extraño. Era el preludio de mi despertar. Un paso, otro paso, mis pies se movían rítmicamente al son del canto del grillo. La monotonía me hizo entrar en un sutil trance del que ya jamás despertaría. Un cálido reflejo vino hacía mi, un rayo sedoso deslumbró mi mirada, y mientras un impulso vital recorría mi cuerpo, levanté la mirada hacia la oscuridad, pero no, allí no había ninguna luz, de dónde emanaba aquel resplandor, aquel diminuto rayo de esperanza. Cuando bajaba mi mirada pesada y melancólica, la ví, una nube la tapaba inocentemente, así se me presentó ella blanca y pura entregándome toda su esencia desde el principio y entonces la amé, jamás borraría de mi exaltada imaginación la sonrisa esquiva que aquella protectora nube quería evitar. Amada mía, me has convertido en un vampiro solitario, sólo vivo para gozarte y cuando no contemplo tu mirada pulcra y sedienta, una losa cae en mi alma atrapándome los sentimientos entre los fríos barrotes de una cárcel de pesar. Ríe vida mía, irradia felicidad diosa de mis pasiones, ven siempre entera y almidonada hacia los pies de mis sábanas, yo te haré un hueco en mi alcoba y te abrazaré y te besaré dulcemente y luego despetaré y lloraré tu pèrdida cuando llegue el despiadado amanecer y te suplicaré que no te vayas buena aura, no me abandonéis sensuales rayos, no me lancéis a mi pétrea existencia sin vuestro amor, sin vuestro blancor."

Morituri te salutant

El saludo, el jodido saludo, hoy me he cruzado con uno de esos pensamientos que vuelven pero que espantas de tu mente rápidamente, el de un saludo. Aquellos pocos iluminados que hayan leído la Inmortalidad de maese Kundera, sabrán que el libro fue concebido alrededor de un gesto, un gesto que segun Milan, es algo con vida propia, algo inmortal que los mortales simplemento nos dedicamos a interpretar y que no es nuestro bajo ningún concepto. Ese gesto, realizado por cierta mujer inspiró un libro a Kundera, quizá, quitandonos el fervor de La Insoportable, el mejor, ese gesto era, un saludo.

"Morati te saluntant", decían los gladiadores al emperador, es decir, los que van a morir por ti te saludan, he aquí el nacimiento de la tragedia que nos conscierne, he aquí el primer indicio, el primer resquebrajo de la idea platónica de saludo. He aquí el primer saludo incómodo. Entiendo, que es un saludo incómodo pues es un saludo que te conduce a la muerte, lo importante en la oración no son los gladiadores, sinó el César, el saludo al César. El saludo ya no tiene porqué ser cordial, amable, reflejo y producto de satisfacción hacia o gusto por. El saludo como un desagrado. Hoy mismo andaba por los pasillos de mi escuela, y una chica, al reconocerme me ha brindado (creo) uno de estos saludos, discutía con un chico y nerviosamente esperando el momento oportuno, me ha mirado y con una risa torcida me ha saludado, yo le he devuelto el saludo. También estoy dispuesto a morir por ella. Y eso se sucede y sucede, si tienes uno de esos dias en los que "no se debe tomar ninguna decisión", los saludos los propinas como si fueran obligaciones, como si un cobrador del frac de la cordialidad nos persiguiera. Pero bendita sea, mucho peores son nuestros prejuicios, si la gente sólo se saludase cuando realmente le apetciera creo que el fin del mundo estaría mucho más cercano. Entiendo ahora ya porqué alguien podría no saludarme.

El Sendero de la niebla (I)

Creo recordar que llegué un dia densa niebla, sí, un dia grais, pesado; claustrofóbico. Igual fué el dia que partí de ese lugar . El sendero para llegar describiauna ese entre colinas yermas, de piedra viva, en la hora del crepúsculo se dibujaban cenicientas en los contornos de la niebla. Lo recorrí penosamente, durante mañana, tarde y noche, como una vida escrita a golpe de verso. Soñé ese momento, el de llegar a la cima de una colina , la más alejada, la más elevada y contemplar esa tenue mezcla de infinidades, contemplar ese ténue horizonte. Mar, profundo y oscuro misterio, cielo; inalcanzable y transmutante y al sol, justo desapareciendo entre dos planos. A él del que nadie espera una despedida ya no le vería más. En medio de la llanura serrada por el mar: El pueblo, donde tenía que encontrar yo paz y reposo una temporada, donde había sido enviado para encontrar recompensa a esas jornadas largas y vacías, a llenar los huecos de uno mismo. Se entreveía entre el espesor, monocromático, recogido y estancado, al lado del mar. Des de allí se divisaba una capilla románica con base de cruz, con un cementerio donde no gustaría que a uno le levantaran lápida. La capilla introducia el pueblo y el camino que derivaba de ella era el principal y cas único del pueblo, casas de pueblo porteño de costa, entre ellas una taberna, de esas donde se cantan historias de lobos de mar a golpe de acordeón, habaneras. Más lejos la casa mayor y un establo. Cerca de la peña que caía al mar, al final del pueblo, las ruinas de una torre de vigía románica, unas escaleras esculpidas en la piedra viva de la ladera conducían a una pequeña playa con algunas embarcaciones menores, más a lo lejos siguiendo esa senda, se llegaba a un faro que penosamente proyectaba su rayo entre la niebla e intermitentemente cegaba mi vista. Yo no estaba bien, me econtraba en la mitad de un proceso, el proceso de M., querían abandonarme en ese pueblo, querían que me lavase un poco la mente puesto que las cosas no hiban como le debían ir a uno, algunas semanas antes al narar un sueño premonitorio a uno de los que me procesaban, decidieron enviarme sin demora. Al parecer no me necesitaban para terminar mi proceso.

El sueño resultó ser uno de aquellos apocalípticos, en él por la radio se anunciaba el fin del mundo en tres jornadas, mi subconsicente trabajó de valiente para presentarme una sociedad muy alterada y agitada; el realismo del sueño era estremecedor, saqueos y anarquía, la mayoría sin embargo nos dedicábamos a salir de nuestros hogares y despedirnos de nuestros queridos, besar con besos anunciados, con besos inesperados, con besos obligados... Llegaba la hora del fin de los tiempos y todo el mundo salía de sus hogares, de sus pesares, de sus preocupaciones, de sus temores y un halo de luz iluminaba hasta los rincones de todas las formas conocidas y por conocer. Al despertar de este sueño éste había sido tan creíble que en los primeros segundos del día maldijé al mundo por no haber terminado, pues yo ya había deshecho todos mis planes y despedido de todos, pues se acababa el mundo, ¿que podría yo hacer a partir de entonces?

Llegué al pueblo, me alojaría en una habitación de una posada, la única, así lo hice, bajo el rayo de luna y el frío justiciero me adentré a mi humilde morada ya muy entrada la noche, y sin entrar en más detalles, me acosté.

El Sendero de la niebla (II)

Al incorporarme la mañana siguiente vi la ventana empañada frente a mí, al lado en la pared de piedra viva un hogar de fuego ahora llana vasija de cenizas. Delante de esta i encima del suelo de madera una mesa circular de madera de encina y una sillita. Al lado de la cama, un gran armario y un espejo, no uno cualquiera, uno de dos metros. Me incorporé y con legañas en los ojos recogí mi indumentaria de la sillita y me vestí. Miré en el espejo mi inversa; tenía el mismo buen aspecto que yo, y abrí la puerta y bajé las escaleras y estaba dispuesto a conocer a gente del pueblo y al posadero. El suelo crujía, nervioso como yo, hasta que llegué al comedor y allí intimidado quizá por presencias extrañas, enmudeció. Des de las paredes me observaba toda clase de fauna disecada y las mesas se escondían de algo, bajo manteles blancos, las sillas encima de ellas, bajo su resguardo y protección, decidí desayunar en la barra; allí estaba el posadero, hombre de tez rosácea, palideciente diría yo, formas redondas incluído el rostro, mejillas hundidas, sin embargo su rasgo no era otro que su espeso bigote. Y rompiendo el yeso en sus mejillas me saludó, la cosa fue más o menos asi:

-¿Usted es el último no?
-Buenos días, ¿cómo dice usted? ¿Nuevo? -me quité las legañas de los ojos- Ah claro, supongo que sí.
-Estará hambriento, es momento de estar hambriento.
-A decir verdad, así es.
-¡Es la hora! aguarde, no se vaya, en un periquete vuelvo con su desayuno. -Y cruzó la puerta de detrás de la barra.

Me quedé solo en esa sala, observado sin embargo, y mientras estuve en ella, imaginando, dubitando, temiendo, noté una creciente oscuridad, se cernía esta sobre mí. Pero el desayuno llegó antes que esta, el posadero se dirigió a mí:

-Hombre de diós, aquí va a estar más tranquilo que en ninguna otra parte, eso sí, el lugar este ha moldeado a ciertos personajes, a los que debería cuidarse de obviar, evitelos, más que nada para ahorrarse preocupaciones, use los prejuicios, el campanero, el rector, el pescador y el chico del faro son gente con la que mejor no tratar. Muy huraños, por definición, uno le habla a las campanas, el otro a los apóstoles, el otro a los peces y el último a los barcos, ¡nada bueno buen señor! Y ya sabe no olvide, esto es un pueblo, la gente habla, entre ella, todos muy cerrados, en casa y todo dentro de casa. Sin embargo no se preocupe; yo siempre estaré detrás de esta barra para qualquier cosa. -Describió una ancha sonrisa, satisfecho de su monólogo.

Al salir del hostal, solté un aliento material, de esos de fumata blanca. Al levantar la sien, vi un cielo tapado con un sol cual iris candente de un ojo gris, aunque no doliese fijar su ojo en el suyo, su contemplación tenía algo de vigilante y pernicioso. La calle adoquinada estaba vacía y las persianas bajadas, mis pisadas tenían su eco en ese vacío mío que jamás podría llenar allí. Pensé en el Proceso, y llegué sin darme cuenta a la playa, el mar estaba estancado, eso me infundió miedo. Había cenizas en la playa que al alcanzar mis botas, se me pegaban en las suelas. Cenizas en la playa, y reaccioné, me di la vuelta dispuesto a irme pero al girarme contemplé una figura blanca contemplando el horizonte, una princesa sin duda entre camino a dos horizontes y un pelo dorado a compás del viento, mientras la mar seguía inquetiamente estancada. Recordé las palabras del posadero y me puse de camino al pueblo, subiendo las escaleras en la ladera. En mi camino reparé en unas ruinas que no había visto antes, absorvido por mis pensamientos. Sentí un escalofrío, estas tendrían que haber sido testigo de todo lo mortal que por allí habitaba y jamás se habrían podido quejar, ni del frío que agrieta sus cimientos, ni del viento ni el agua que las gasta granito a granito, ¿quien cuidaria de su pasado, si su prensente es enfermizo y a nadie atrae sus rostros calcáreos? pero en ese momento yo ya empezaba a perder el norte, ¿qué mas podría estar haciendo en ese lugar?

No era yo sin embargo el que necesitaba una brújula, lo comprové en una eucaristía oficiada esa misma tarde en la pequeña capilla, de muros gruesos, dentro bancos cuadrados de roída madera, encima de ellos arcos de media vuelta que escondían oscuros frescos y tumbas empotradas en el suelo. El altar al final de la nave, y en el, el rector, desobocado cabrón del rebaño recitaba sus oraciones:

El Sendero de la niebla (III)

-¡Ofrecedme a mi vuestros víveres vuestras bestias en sacrificio, las bestias a los reyes! ¡Ofrecemoslas en sacrificio al señor! Y que la leche de sus entrañas, sus pieles y sus carnes sirvan para alimentar al ángel caído, caído ahora en manos del pastor de las bestias, pecador, ¡condenado a quemar en las brasas del infierno! Sagradas son las trágicas rimas del poema, siendo así, ¡trágicas serán las vidas de los que las lean en prosa!

Con eso tuve suficiente y turbado salí de esa fría construcción, al salir vi las colinas de las que llegué el dia anterior i ví como una niebla espesa y húmeda los tejía i amenazante se acercaba al pueblo para cubrirlo de confusión y ceguera. Me fui al hostal, a mi habitación y me deslicé dentró de mi cama, y al dormir me econtré dentró de mi sueño. Al levatntarme, el cristal estaba empañado, el armario, desde el espejo me contemplaba i el armario… ¿quien carai quería un armario tan grande? Decidido a ver el sol de nuevo entre nubes salí del hostal i camino a la iglesia me topé con el campanero, incorporándose éste y con cara de curioso se dirigió a mí:

-Te tengo visto –dijo entre exhalaciones blancas-, tu me suenas, ¡que me cuelguen si no has estado antes aquí!
-No quería que le colgaran pero puede garantizarle que es la primera vez en mi vida que estoy aquí. Estoy para descansar de mi Proceso.

Me propouso entonces una visita guiada por el campanario del pueblo donde según ese hombre podría contemplar toda la comarca. Aceté y le seguí. Pero según entrábamos a la ermita vi de nuevo en el cementerio esa figura femenina, ofsucó mi atención y me dirigí dónde estaba, con la voluntad de corregir el error que me llevó lejos de ella la primera vez que me la encontré. Se cerró el mundo sobre mí y la oscuridad se cernió sobre mi pensamiento; esa mujer, había desaparecido de nuevo. En su lugar había una estatua que decoraba una tumba, una tumba con la tapa abierta y en ella bajaban unas escaleras. No es un decoro para mantener su atención, lo que les digo no es ninguna licencia: en ella estaba inscrito mi nombre. No había más que niebla a mi alrededor, mi nombre en la piedra gris, fría, húmeda, como el proceso, como el camino, como el pueblo, como la vida. Veanme con un plano en contrapicado, niebla alrededor, las escaleras que conducen a lo oscuro, veanme a mí penosamente bajando las escaleras de mi propia tumba. Al fondo de las escaleras, una puerta de madera. La abrí. Al atravesarla me ví a mi mismo durmiendo en la cama. El espejo estaba roto, estaba en la habitación de la posada. Por si no se entiende, yo me ví a mi mismo. Me horrorizé, y el otro yo se despertó y también se horrorizó. Y bueno comprendí. El espejo ya no estaba roto, la puerta del armario estaba ya cerrrada y el cristal de la ventana no estaba empañado, entraba un rayo de luz a la habitación. Bajé las escaleras que conducían fuera de la posada, era el tercer día y brillaba el sol con un resplandor cegador. Esa luz me dio calor y me fundió. El Proceso había sido demasiado duro y seguramente tendrían que haberme mandado aquí antes. Ni sacrificios de bestias, ni luces de faros intermitentes, ni campanas, ni mujeres que se desvanecen cuales rayos de luna, ahora simplemente me preguntaba quien edificó y conservó las ruinas de mi vida. De muerte aún no se ha hablado aquí, pues me parece demasiado evidente.
Esta pequeña narración presentada aquí en forma de trilogía, la presenté hace 4 años en un concurso de literatura en mi antiguo colegio, el mismo concurso del que hablé en el post de la “Sociedad fragmentada en si menor”. Esta historia, traducida y en parte corregida es más o menos la que no ganó ese concurso de narrativa

Cancionero percevalés

El Grial, se nos presenta a cada uno transmutado en una serie casi infinita de acontecimientos y objetos, se trata como ya dijo M. en su dia, en un claro en el bosque, para otros es una cabeza cortada en acto de venganza, la sangre de cristo e inclusive una copa de madera. Pero bueno, no se trataba de hablar de eso. Se trata de exponer como se nos presentó a David y a mí este fin de semana que hemos pasado en tierras lamosinas. El grial se nos presentó en forma de canción.

Recordarán vagamente hará unos 8 años a una dilatada cantante de pop, marcada por una versión que interpretó con Eminem, Dido. Esa mujer rubia
, con pelo corto, vestidos con motivos florales, siempre sedosos y sugerentes, un poco entrada en carnes; tenía una voz de oro, y quedó grabada en los escritos por dos canciones, que con el tiempo se diluyeron en la avenida de las estrellas donde nunca es de noche y donde el valor del artista esta ya diluido para siempre. Dido a mi entender, sacó dos canciones, las llamaremos A y B. Tiempo ha que no las escuchaba, resulta que todo empezó al tomar el avión a Barcelona, nos la pusieron antes de despegar, con David comentamos lo que les acabo de hacer leer. Y bueno, prosiguió la jornada. Durante el sábado la escuchamos un par de veces, una en un local, a posteriori en la radio, sin darnos cuenta estabamos en su búsqueda. Lo mismo acaesció el domingo, y no pudimos sinó contener nuestra admiración por el hecho de escucharla tantas veces; deducimos que la tal Dido estaria preparando un nuevo álbum y que había que vaciar las cabezas de los mansos oyentes ante la llegada del lanzamiento, como si de una futura invasión alienígena se tratara y nos mandaran mensajes des de la tercera fase.

Finalmente, llegó el dia en que yo con mi armadura blanca y David con su cota de malla enzarzada dentro del templo de Salomón encontramos la sagrada relíquia; no en forma de mujer, ni de clitoris, ni de iluminación ni de copa made in lucas. No. Estando descansa
ndo en el sofà disfrutando de una amenizante película como "Love Actually ",nos adentramos en la cámara del Templo, un altar enfrente nuestro de repente entra una batería, sin melodia, esta prosigue... Voces angelicales a nuestro alrededor, un rayo de luz cual arcángel gabriel se posa sobre nuestros rostros, nos arrodillamos Y de repente pronuncio "esta canción es..." y aparece la canción de Dido, y ante tal aparición, pronuncio "ad maiorem dei gloria, ad infinitum"y el Grial se postró ante nosotros. Realmente fué increible, no saben ustedes como nos pudimos reir. Dios estaba en nosotros y nosotros en él, la última iluminación nos confiaba todos los secretos del orden de la creación El encuentro de una máquina de coser con un paraguas! el encuentro de lo humano, lo perecedero con lo eterno, lo etereo El Santo Grial! El santo grial!

How to be what one is

Hace unos días entró en mi blog un chico alemán que dejó un comentario, entró porque yo había dejado un post en el Blog de Sonata Arctica, comentando el concierto de Madrid, el chico en cuestión se interesó por el penúltimo post, así que se lo he traducido, de forma rápdia y sin fijarse. Y es que eso de traducir un texto, que tiene alguna chispa de liteario y donde se buscan dobles sentidos, tiene alguna miga. Y es que es inevitable perder mucha de la escencia del texto, muchísima y si el traductor es el mismo autor, pues aún, eso sin embargo nunca se produce. Por lo tanto, al traducir algo pasamos por dos filtros, primero el de la diferencia de lenguaje, de contexto, pues un lenguaje nace y se desarrolla sujeto a la tierra donde este habita, y ahí aunque sea el propio autor el que traducza ya se pierde mucho, y en segundo lugar, tiene que pasar el filtro de el traductor, que incesantemente violará las intenciones iniciales del autor en el texto original, para ver más, recominedo, Los Testamentos Traicionados y el Arte de la Novela de mi amado Kundera. Lo que sigue es una violación a mi mismo, a ver que les parece:

The title, translated says "how to be what one is". I write A phrase (it's a phrase while it has no verb, if it had it would be a sentence): "The Twilight of time". Some might have seen throughout my posts that I arbitrarily put capital letters on my titles, it is nothing arbitrary at the end, it's more than that, it's more about "at God's sight we all are NOT the same", some wear ties, others capital letters. Fix on "twilight" for me is a magical word and that's it. IT goes with capital letters. Time otherwise comes with plain letters, and what follows is the explanation.

Time, let's say that is the thing that measures the longivity of our errors, the lightness of our happiness, the feeling of eternity administrated in extasy instants, not to be blown up by that greatness. Time, that master that teach us and that finally kills us, the one that heals aeverything and changes everything. Heals everything that is what they say. But, what if it was not like that? Does time exist out of the human stain? Isn't time something exclusively human, a parameter like a flag fot the army of mortals, the banner would be a clock. Time, that powerfull judge that considers us as equal: nobilty, priests or plain villagers. Cause the Judgment Day we all wear the same cloths. The role of time in the not-human plane is something very fragile by the same universe surrounding human being, was there any initial time condition? Who cares, what is to be reflected throughout this words are the following points:
First, that time does not heal everything, I can assure that and second, that time does not kill killing loves, because those loves do not die. And as yu know, time will put everything where is meant to be.

Sociedad fragmentada en si menor


Torrente de vida contenida, vibrante, retenida, borboteante.

Ella congelada, seca, inherte, cristalina, vidriosa, real,

no es nada más que dinamo aleatoriamente punzante,

si es que nada puede ser palabra cuando nada no es ni concepto, cuando el

concepto es el inrevés de nada que es

ser que hasta usamos para predicar,

sólo tienes que fijarte.

Asi también predican los que me tiran des de donde duele?

O duele más el que no predica, el que se aprovecha?

Un doble enlace, como la estación de metro donde te regalan

la contraportada de ahier: información para desinformarme

por favor, que no queremos terminar como los vacios entre planos de rostros disecados, tan expresivos i artificiales

ellos, que siempre buscan freneticamente las llaves del piso de arriba

dentro del bolsillo,

pero encuentran que ya se la ha pisado , y que para abrir las puertes también se debe tener un buen llavero.

Solo tienes que fijarte.

Torrente de ideas contenidas, asociadas, creidas i asimiladas.

Idea es a sociedad como sociedad es a pedazo, en este mundo

tan incomprensible tan complicado tan sujetivo como

la realidad que lees, si, tú, no hace falta que te escondas.

Que ya sabes,

Solo,sólo tienes que fijarte.

Sólo tienes que escucharle, sólo tienes que divisarle, sólo tienes que tocarlo

Sólo tienes que sentirle, sólo tienes que verle , sólo tienes que rozarlo,

sólo tienes oreja, sólo tienes ojo, sólo tienes pulgar,

Sólo tú haces falta, Sólo todo hace falta, simenos nada hace falta

Sólo hay que fijarse, Sólo hay que centrarse, es tan difícil? No

TU eres lo difícil, mientras yo escribo.



Lo que precede es un texto, un poema, en clave vanguardista, escrito por un servidor tiempo ha, concretamente en 2004 (bueno esta es una traducción al castellano que hice en 2006, de hecho, esto es un copy-paste con lo cual pierde gran parte de la gracia la versión original, que tiene carácteres especiales y está dispuesto de forma que salen más cosas, si hay alguien interesado, me lo dice: se lo mando. Tampoco vale tanto la pena), y lo pongo no por su incalculable valor poético ni por su originalidad, pues no tiene ni una cosa ni la otra. Si les parece original vean cualquier poeta vanguardista, de esos que los hay más catalanes que españoles, por ejemplo Salvat-Papasseit. Lo pongo por la particularidad de lo aconteció cuando lo presenté a un concurso literario, por obligación.

Es ancha como castilla, la tradición de los "Jocs Florals" en Catalunya (uno de los símbolos primitivos del catalanismo), se celebran si no erro, desde el siglo XVIII o XIX cada año tradicionalmente, en todos los colegios, escuelas, pueblos... que se precien, en Sant Jordi, patrón de mi promiscuo país. Tradicionalmente siempre participaba, y no con poco éxito, pero luego llegué a un sitio nuevo, un colegio y como era tradición en mi, me presenté en prosa. Hice un pequeño esuferzo para plasmar un texto que tenía en la cabeza, algo oscurantino y lo presenté. Con Grandes Expectativas. Sin embargo nos obligaron a presentar una poesía relacionada con un poema visual que habíamos realizado (veáse Joan Brossa), y el dia antes de entregarlo larga entrada la noche, me senté enfrente de un teclado parecido a éste, y de una tirada escribí lo de arriba. Resultó finalmente mi poema ganador en su categoria y mi narración cayó en el olvido. Pero eso no fue lo mejor, lo mejor vino el dia de clase después de la entrega de premios: analizamos mi poema en clase de literatura. Si si, lo dicho. Fue acojonante, como una gran broma: empezaron a sacar dobles sentidos, recursos, metáforas, hipérbatons, sinestesias y todo lo que se os ocurra, cifras secretas, mensajes en clave... increíble, de verdad increíble, no daba crédito; en ningun momento pensé ninguna de esas cosas, el poema lo escribí cansado dormido y a desgana, como un encargo, y con esto no quiero resaltar mis grandes cualidades inexistentes poéticas ni mucho menos. Lo que pretendo es poner a la vista dos temas:

1) Lo absudro que es el análisis literário en general, sobretodo las notas al pie. El autor no pretende ni un tercio de lo que se dice de la obra y más de dos tercios de los análisis son simples pantomimas sujetivas sujetas a los gustos e influencias del analizador en sí. O si no veánme a mí con Kundera.

2) El poder de nuestro subconsciente. Ya saben, ¡cae otro ángel! ¡el maravilloso encuentro entre un paraguas y una máquina de coser!

Wie man wird, was man ist

El título, traducido dice "como se llega a ser lo que uno es". Escribo una frase (os recuerdo que no lleva verbo luego es una frase no una oración): "El Crepúsculo del tiempo". Algunos se habrán fijado que indistintamente en mis títulos de posts llevan mayúsculas o minúsculas, no se trata en el fondo de nada arbitrario, se trata más bien de que eso de que ante los ojos de dios, no todos somos iguales, unos llevan corbata, ellas mayúsculas. Fíjense que "crepúsculo" si lleva tilde, es para mi, una palábra mágica y punto. El tiempo sin embargo viene en minúscula, y lo que sigue es la justificación de ello.

El tiempo, dicese de aquello que mide la longevidad de nuestros errores, la fugacidad de nuestra felicidad, la sensación de lo eterno se nos administra en instantes de éxtasis para que no rebentemos. El tiempo, ese maestro que todo nos enseña y que nos termina matando, el tiempo eso que todo lo cambia y todo lo cura. Todo lo cura, o eso dicen. ¿Pero y si no fuera así? ¿Existe el tiempo fuera del plano de lo humano? Acaso no es algo nuestro, un parámetro que acarreamos como el estandarte de los mortales. Sin duda si los mortales un dia se tuviesen que enfrentar en batalla campal a los inmortales, el estandarte de los mortales, seria un reloj. El tiempo ese poderoso juez que nos considera a todos iguales, clero, noble o vulgo. Pues en el dia del juicio final todos vestimos los mismos harapos. Lo que decía, el papel del tiempo en el mundo de lo no humano sin embarga está muy diluido, diluido por el mismo universo que nos rodea, ¿acaso hubo un instante inicial? Que más da, lo que aquí se escribe sólo quiere refeljar dos productos de la experiencia: Primero que el tiempo no lo cura todo, doy fe de ello, y segundo, que el tiempo no mata a los amores que matan, porque estos nunca mueren. Como dice la canción de Sabina. Doy fe que eso es cierto. Y si no ya saben, el tiempo pondrá a cada uno en su sitio.

Los poetas no han muerto

Hay varias cosas acaescidas a mi persona y a la de M. últimamente que nos indican de cierta forma que en este mundo aún hay un poco de esperanza para aquellas personas cuyos pensamientos siguen anclados en ciertos temas, nada sociales y aunque con voluntad de cambio, y cada vez más, de momento poco empresariales. Sin embargo, de vez en cuando uno recibe un destello de esa luz reflejada en cualquier superfície mojada, aunque últimamente eso sí, ya muy fría. Distintas experiencias por las que vengo pasando, ya notadas en posts anteriores, me indican eso de que sí, es mentira lo de que los poetas hayan muerto. Por eso, lo que sigue es la primero que se publica en este blog que tiene otro autor, por el momento le llamamor J., habiendo este sido ya mencionado con anterioridad en este blog. J. es por así decir, un poeta viviente. Un poeta no-muerto. Y esto es algo de lo que dice:

Piensa en una mujer la más hermosa que conozcas, a poder ser morena y con los ojos verdes (piensa en la muchacha que salía del examen de electrónica el miércoles, o en cualquier otra), y llámala Esperanza, pues lo que escribí iba dirigido a Esperanza y "sólo para ella": "Un ideal que baña suavemente mis setimientos, un pesar: ¿No son acaso los ideales, unos pesares que que nos muestran la senda de Esperanza?. ¡ Cuántas veces me he dejado atrapar por tí dulce y laberíntica Esperanza. Te he amado más que a mi vida y sin embargo tú no te dignas posar tu mirada en la mía y deshoyes mi grito con una férrea y curtida determinación. A veces te percibo y me dejo llevar por el delicado aroma de tus negros cabellos que reflejan la profundidad y espesura del cosmos entero. Tú, te presentas ante mí como una azucena silvestre y a la vez suave y sublime. Tu pulcro y puro olor penetra hasta lo más recóndito de un alma postrada a tu hermosura y a tu donosa figura. Unos perfectos senos que destacan bajo el vestido de terciopelo blanco y brillante, que prolonga la blancura de un cuello de cisne. ¡No, déjame!, no me sonrías alagada por mis versos, pues siento que mi alma se tambalea al escuhar un sonido que acaricia el silencio, el sonido de tu sensual risa, ese sonido que armoniza y complea el éxtasis producido por las perlas de tu rostro. Te amo y nunca te he visto, te he visto y nunca te he amado. Sólo para tí escribo estas líneas de libertad, sólo para ti idilio de mis pasiones. Sé que tú me amas como tu altivo caballero y yo mísero en esencia busco asemejarme a lo elevado y complejo de tu ser. Tu amor me llena de vida y a la vez me muesta el sendero del sepulcro. Mi alma se desvanece en dolorosas contradicciones que enturbian mis pensamientos y me acercan a la locura romántica. Soy como el hombre que se abraza al ancla de un barco de pesares que decididamente penetra en una mar de dolor y resignación. Pero te acepto y te amo, hago de mi resignación, amor. No, no me olvides mi buena y sincera amiga, ven como todos los días a mi pensamiento y cubre mi alma con tus brazos, hazme disfrutar de tu compañía y paseemos por entre las estrellas del firmamento como dos chiquillos por el parque. Juguemos con los planetas y galaxias y convirtámonos los dos en aquellos amantes que son capaces de cambiar y reordenar el Universo merced a su puro amor."

Amigo aquí no está usted en su casa

No se asusten por el título, va por mi, no por ustedes. Estoy aquí, no en nombre de M., sinó en el mío propio. Hace ya unos días que no encuentro el momento y la forma, y es que parece como si un duende me estuviese susurrando al oído "amigo aquí no está usted en su casa". La frase no es gratuita viene de una cita de Kundera a Stravinski, el cual críticaba en su correspondencia a un gran amigo por querer este recortar un trozo de una ópera suya. Si hacemos memoria, podemos ver que exceptuando el referido a mi cumpleaños, algo completamente egoista en el sentido en que no necesito de un contexto para desarrollarlo, todos los posts que he escribido han sido concebidos lejos de Madrid, en Cambridge, los dos primeros de noviembre la tetralogía y el eternamente desarrollable sobre el beso en mi casa, cerca de Barcelona. Eso no puede ser casualidad. Pero todo o casi todo, en esta vida, tiene un propósito, eso dicen. Y para que este post responda a algo, y para que el título no quede en una malinterpretada casualidad les digo: no es casualidad. Aunque temiblemente muchas cosas en la vida sí lo sean. ¿O fantásticamente?

Me faltan estímulos, existe una diferencia. Fueron muy enriquecedres sendos fines de semana en Cambridge y en Barcelona, y en ellos miles de cosas pasaban por mi cabeza, M. no paraba quieto, muchos temas para desarrollar esperaban su turno para actuar en el escenario de la vida, sin embargo. El domingo me fui en avión, no dormí esa noche, ni hasta el lunes ya avanzada la madrugada, y el dia siguiente ergo, ayer, todo desapareció. No puede ser casualidad.

Durante estos días se me ha planteado en distintas ocasiones, muy distintas entre ellas, qué haría con mi vida. Y no pretendo ni siquiera intuyo, construir una respuesta a esa pregunta, entendiendo que "hacer con mi vida" incumbe un periodo comprendido entre dos años vistos hasta tiempo indefinido. Cuando me detengo a ello, sobretodo mirando con retrospectiva no consigo hallar ninguna respuesta. Pero si veo una cosa muy clara, muy a menudo, los motivos que pudieran atarme en distintos lugares son frutos de un árbol envenenado, y con género femenino, la casualidad. Y eso me aterra, a la vez que me fascina. Como acercarnos al borde de un precipicio. Véase la Insoportable de Kundera, nos atrae el abismo, y a la vez nos horroriza. Una cosa sí tengo muy clara, y con eso cierro, no necesito a nadie que me diga lo de que no estoy en mi casa, de eso ya me he dado cuenta. Pero quien sabe, es caprichoso el azar.

Por un beso

Por una mirada...
Por una mirada, un mundo;
por una sonrisa, un cielo;
Por un beso...
¡Yo no se lo que te diera por un beso!

lo que precede es una conocida Rima de Gustavo Adolfo Bèquer (o Bècker), poeta que causó, gran impresión, pero vamos a otra cosa. Volvamos de nuevo a las aventuras de M. Un dia, M. pensó lo siguiente: La vida de los hombres, es efectivamente como la del caminante, haciendo camino, el hombre recórre su camino, a un hombre se le juzga por su camino, pero hay un problema, algo que no siempre es tenido en cuenta, el hombre anda un camino entre la niebla, anda hacia delante, reconoce rostros, incluso puede detenerse a contemplar la belleza cercana del camino, la que no está entre la niebla, sin embargo cuando el hombre mira hacia atrás no ve el camino despejado, hacia atrás no hay niebla, y es muy fácil opinar, contar con matices los paisajes sin nieba y pintarles un buen cuadro italiano. Pero hacia adelante hay niebla y en invierno eso puede provocarnos mucho frío.

Uno de esos dias en los que M. miraba hacia atrás se acordó de su primer beso, y pareciole tan lejano como el último, y que difícil es recordar esos momentos de éxtasis, M. a saber tiene una inmensa dificultad para acordarse de los besos, se acuerda eso sí que el primero fue muy seco. Y eso le decepcionó. Al verse incapaz de recordar los matices carnales del ultimo se sintió muy apenado. Y malidjo otra vez su suerte. No sabe ya que daria por un beso. Antes lo supo. Ahora no lo sabe. Sin embargo mañana lo sabrá, y él no lo espera. ¿Se imaginan? Creamos un personaje novelesco y a través de él saboreamos, así que decidimos que M. mañana va a besarse. Podemos imaginarlo, un beso esperado, es decir, podemos ponerle música, podemos anunciar el momento y que M. sienta un in crescendo en el pecho, podemos hacerlo desenlazante de pasiones mayores, o podemos hacerlo algo muy esperado pero sin anuncio, de ese tipo de besos que nos sirven para cruzar la débil línea roja que separa toda relación personal, o mejor aún, podemos imaginar que es algo completamente inesperado, fuera de tiempo y lugar, es decir; algo parecido a la eternidad, pero instantanea, si recuerdan la última citación de Kundera, eso es éxtasis. Un beso extasiado. Ese, precisamente ese es el que escribiremos para M., pero... ¿Que tendrá que dar M. por ese beso?



Cuadro de Patinir, El paso de la laguna Estigia, en el Museo del Prado de Madrid

Ahora que aún tengo veinte años

Cuando mire atrás, seré consciente de bastantes cosas, una de ellas, del desconocimiento de una canción que podré cantar con voz propia hasta tocadas las doces, ara que tinc vint anys de Joan Manel Serrat. Creo que ya hablé de ella con anterioridad, y bueno, la letra se puede ver por ahí con facilidad. Canción que por su parte presupone muchas cosas, que luego con posteriores versiones de la misma canción Serrat las auto-niega. Que sólo se puede tener sangre en las venas a los veinte, ya verá él que no es así, sigue cantando lo de que hoy puede ser un gran día por tierras americanas y es que a esa edad, ni por asombro se podría haber puesto en el lugar. Aunque también está lo de que el cumpleaños es un sinsentido y que es un dia como cualquier otro, es un punto de vista, que no comparto pero que está lleno de certeza, pero si así lo miramos, por favor ¡que no hagan fiesta por navidades esas gentes!

Si no para otra cosa el dia de nuestro aniversario nos permite tener un tiempo de referencia, un buen dia en el que personas nos recuerdan y nos hacen un pequeño homenaje cada uno a su manera. Muy buen momento para poder mirar atrás y valorar que ha sido, que es y que será de nuestras vidas. Con vehemencia me doy cuenta que mucho de lo que me hace hoy ser quien soy se ha determinado durante el último año. Y que mucho he vivido también el último año. He conocido, y re-conocido a personas muy importantes en lo que es la vida de hoy en día y he pasado por muchas experiencias tanto positivas como negativas que me construyen como persona y ponen otro ladrillo en mi coloso de Tebas personal, saben quienes son, y a ellos por existir en mi mundo, les doy las gracias, y también gracias a la diosa casualidad por habermelos traído a mi lado y viceversa. Hay por ejemplo otros hechos: hace un año desconocía a Serrat, sólo había leído un libro de Kundera y no escribía apenas. Hoy me gustaría poder cantaros a todos, pues sabeis que me gusta mucho, lo de que "ara que tinc vint anys ara que encara tinc força, que no tinc l'ànima morta i em sento bullir la sang....".

Cantaré mientras otro cante, y escribire mientras otro escriba.

Transcripción

Fragmento de "Los testamentos traicionados" de Milan Kundera:

"¿Qué es el éxtasis? El niño aporreando el teclado siente un entusiasmo (una pena, una alegria) y la emoción se eleva a tal grado de intensidad que se vuelve insoportable: el niño se escapa a un estado de ceguera y sordera en el que todo queda olvidado, en el que todo queda olvidado, en el que se olvida incluso de sí mismo. Mediante el éxtasis, la emoción alcanza su paroxismo, y así, simultáneamente, su negación (su olvido).
El éxtasis significa estar "fuera de sí", como la etimología griega: acción de salirse de su posición (stasis). Estar fuera de sí no significa que esté fuera del momento presente como lo está un soñador que se escapa hacia el pasado o hacia el porvenir: Exactamente lo contrario: el éxtasis es una identificación absoluta con el instante presente, un olvido total del pasado y del porvenir. Si se borra tanto el porvenir como el pasado, el segundo presente se encuentra en el espacio vacío, fuera de la vida y de su cronología, fuera del tiempo e independiente de él (por eso puede comparársele con la eternidad, que es también la negació del tiempo).

(...) El ejemplo clásico del éxtasis es el momento del orgasmo. Trasladémolos al tiempo en que las mujeres no conocían los beneficios de la píldora. Ocurría con frecuencia que un amante, en el momento del máximo gozo, olvidara deslizarse a tiemp
o fuera del cuerpo de su amada y la hiciera madre, inlcuso aunque, momento antes, tuviera la firme intención de ser extremadamente prudente. El segundo del éxtasis le ha hecho olvidar tanto su decisión (su pasado inmediato) como sus intereses (su porvenir). En el instante del éxtasis, colocado en una balanza, pesa más que el niño no deseado; y como el niño no deseado llenará, probablemente, con su no deseada presencia toda la vida del amante, puede decirse que un instante de éxtasis ha pesado más que toda una vida. La vida del amante se encontraba frente al instante de éxtasis más o menos en el mismo estado de inferioridad que lo finito frente a la eternidad, pero no puede no puede tener más que su sucedáneo: el instsante del éxtasis"

"Vi un ángel que venía del tronco de Dios, con una espada de oro que ardía al rojo vivo como una brasa encendida, y clavó esa espada en mi corazón. Desde ese momento sentí en mi alma el más grande amor a Dios" Santa Teresa y el éxtasis, en la foto, lo eterno, es decir una estátua, con la expresión de lo finito, el éxtasis.

Contemplación

El pasado domingo, con C.L., M. estaba en un famoso mueso de Cambridge, el Fitzgerald, y de repente vio un cuadro que le recordaba a algo y un apellido que le sugería aún más, acaso era ese apellido el de "el Bosco", ¿acaso era ese otro nombre? Así que a falta de fotos, M. tomó su mapa del museo y anotó cuidadosamente las características del cuadro y eso es lo que ha descubrió:

Brueghel o Bruegel es el apellido de varios pintores flamencos, todos de la misma familia:
-.Pieter Brueghel el Viejo(c.1525-1569), el más famoso de los miembros de la familia, y el único que firmó sus telas como 'Bruegel'.

-.Pieter Brueghel el Joven (1564-1638), hijo del anterio
r
-.Jan Brueghel el Viejo (1568-1625), también hijo del primero y hermano del anterior, también conocido como Brueghel de Velours
-.Jan Brueghel el Joven (1601-1678), hijo de Jan Brueghel el Viejo.

Un comentario acerca de Pieter Brueghel el viejo, "Se le suele acreditar haber sido el primer artista occidental en pintar paisajes por sí mismos, en lugar de como telón de fondo de alegorías religiosas. Sus paisajes del invierno de 1565 corroboran la dureza de los inviernos durante la "Pequeña edad de hielo" . Su genio se ha equiparado frecuentemente al de El Bosco, con quien comparte cierto tratamiento fantástico en determinadas escenas como El Triunfo de la Muerte que pende en el Museo del Prado. Prácticamente desconocido en su etapa de formación, los únicos datos sobre su vida y su carrera nos los ofrece una biografía de 1609, que le presenta como un ignorante dedicado a la pintura cómica. Sin embargo, parece suficientemente demostrado que fue un hombre de cierta cultura, puesto que conoció a estudiosos y científicos de su país. "

A M. y a mucha otra gente le fascina este cuadro del Prado, busquen las 7 diferencias... padre e hijo.


Triumph of death, Pieter Bruegel el viejo. Triumph des Todes, Jan Bruegel.

Reflexión

(o más sobre los dos mundos)
L'Umana fragilità
Salvator Rosa (s.XVII)

El pasado domingo M. contempló este fresco y se detuvo a su lado, C.L. le expresó su incomodidad, cuanta oscuridad. A M. sin embargo esta oscuridad en ese museo luminoso y pomposo le cautivó. Un niño recién nacido sellando su pacto con la muerte, memento mori, todos cuando nacemos firmamos este contrato, el tiempo llegará en el que se nos juzgue y junto al rey, junto al obispo, junto al presidente, junto al poeta, junto a la estrella, todos pasaremos por el mismo patio, con los mismos harapos y cabizbajos escucharemos la sentencia: "Ante los ojos de dios, todos sois iguales". Pero no nos desviemos, este cuadro aparte de oscurecer un poco todo esto nos muestra eso, la convergencia de dos mundos, lo nuevo y lo viejo, lo primero y lo último. Si en la primera parte de esta tetralogia con aires ingleses (Descripción, Reflexión, Contemplación y Transcripción) escribía una descripción atemporal, fuera de las polvorosas manos del tiempo, en ella había algo también tan eterno como el hombre (y la historia nos lo ha venido demostrando): siempre podremos pintar al menos una línia y podremos poner a unos en un lado y a otros en otro, nunca un pié en cada uno. Si dios (en minúscula) existe está ciego, ante los ojos de cualquiera, no todos somos iguales.

El mundo está escindido, clases, nóminas, marcados, los que llevan claveles en la solapa, lo que sea. Una de las divisiones en las que se manifesta el hombre en el mundo, es en los castos y los no castos, los devotos religiosos y los otros, o dicho de otro modo los que follan y los que no, mejor aún, los que quieren follar (aunque no puedan) y los que no. El pasado domingo, estuve por un momento en el otro lado de está línia que acabo de trazar: asistí a misa, en Cambridge por varios motivos, el primero, respeto. Fue una experiencia muy curiosa y enriquecedora, evidentemente fué un acto muy hipócrita por mi parte, pero bueno, mantuve mi no-falsedad, al no arrodillarme cuando requerido, no repetir frases del cura ni hacer ninguna señal digital. Eso si cuando cantabámos las canciones que teníamos en un papel que se nos dió, me hizo mucha ilusión cantar. Pues eso, lo dicho, es muy curioso ver como efectivamente se trata en el fondo, a mi entender de algo fundamentalmente físico, tan espiritual como parece ser, lo espiritual que esta gente maneja es no lo espiritual en sí sinó la mera negación de lo físico, lo no fisico, la ceguera, que ironía eso de que la masturbación provoca ceguera, como se reían del mundo, y cuanto se habrán reído del mundo quienes decidieron este tópico de la iglésia católica, mucho más ciegos están hacia la vida, tanto física como espiritual aquellos que nisiquiera se han masturbado. De todos modos debo confesar que no es oro todo lo que reluce, esta negación de lo físico (almenos hasta el matrimonio... y mira que putada si el sexo de nuestr@ vitalicio compañer@ no nos satisface) tiene sus ciertas e importantes ventajas: concentraión, o mejor dicho, no distracción, y sobretodo tiempo, y sufrimiento, se ahorran mucho sufrimiento, presuponiendo siempre que su estado no les haga sufrir.... ¿o no es así? En todo caso, ojo por ojo y todo el mundo estaria ciego. Si vemos las sombras es que hay luz.

Descripción

Formal Hall or Formal Meal is the traditional meal held at some of the older univeristies in the UK at which students dress in formal attire and often gowns to dine. These are held commonly in the colleges of Oxford, Cambridge and Durham, as well as at the halls Bristol and Exeter. The nature of Formals varies widely between the colleges and halls that hold them. In some colleges, Formals may be held every night, and are simply a second sitting of hall at which gowns are worn and grace is read. In other colleges, Formals may be special events to which guests from outside the college are frequently invited, often with themes and associated ents or "bops". In between these two extremes fall the great majority of colleges.

Lo que se cuenta a continuación es ante todo intemporal, que virtud que lo podemos situar hace medio milenio, algun siglo o ayer mismo, eso es, ayer mismo:

Por un momento haremos una abstracción y cogeremos a M. lo siutaremos en otros lares, otro contexto e introduciremos un nuevo personaje C.L. pues tanta impresión le causó a M. esta experiencia que dice que tiene que ser contada o más bien descrita, que de eso se trata. Calles oscuras, y frías muy frías, brumas espesas y granizantes, dos estudiantes, con sus trajes y sus capas de sus colegios apuran el paso camino al St. John College, franquean otros Colleges, cruzan sus jardines interiores, rodeados de muros que contienen siglos de conocimiento, finalmente llegan, cruzando el río Cam por el puente del King's College. El col·legio muestra su fachada con su imponente escudo, llaman a la puerta, tosca de madera se abre, se puede ver a los estudiantes dentro de sus corbatas y sus túnicas, un pequeño corredor que lleva al patio central, cual claustro de un convento pero con más clase y verdor, y por supuesto un reloj de torre en el que el cuatro no es IV sinó IIII, a saber. En ese corredor la puerta de la derecha a las cocinas, la de la izquierda rebela el precioso Hall.

Sala inmensa, techo alto, gris por los candelabros que llevan iluminando la sala medio milenio, las paredes de madera las laterales con ornamentos caballerísticos. el suelo de piedra está cuberito por tres largas mesas preparadas para la ocasión: candelabros cuales fuegos fatúos, cuberteria de plata, platos del college, bancos de madera, al final más elevada una mesa perpendicular a las demás, más ostentosa, la pared de detrás de dicha mesa vigilada por los retratos de antiguos miembros de la fellowship, célebres estudiantes y profesores de Cambridge, la pared de la entrada es de madera, dos escaleras una de ellas coronada por un gong llevan a una puerta más superior. Entran los estudiantes, con sus espíritus fermentados y embotellados, toman asiento: sonidos de madera al rozar la piedra, toman asiento, M. y C.L. con sus compañeros se sientan en la mesa de la derecha, cerca de la mesa de la fellowship. Cuando todas las mesas están repletas de estudiantes, entre la oscuridad latente de las velas suena el gong es anunciada la llegada de los miembros mayores de la cámara: los estudiantes se ponen en pié, permanecen en silencio. De una puerta invisible al lado de la mesa mayor entran una tras otra las personalidades, gentilmente se van sentando, se pronuncian unas palabras en latín, los alumnos se sientan, empieza el festín.

Al terminarse la última cucharada del postre del último de los fellowship, se anuncia su retirada. Se levantan los alumnos, pasa el señorío a través del hall, suben por las escaleras y desaparecen por la puerta superior. Los alumnos se vuelven a sentar. M. mira el fondo del poso de su café, y siente esa intemporalidad, esa inmortalidad, ese gesto inmortal que está por sobre de todos nosotros. Y pide por favor, que los ingleses sigan conduciento por la izquierda y que preserven su libra de la reina. Larga vida a la reina madre.

Las Luces estan apagadas

"Leyes sin excepcion perduran para siempre, cada movimiento que haces crea tu destino. Vengo a remojar mi dolor en un halo oscuro, oscuro como el sello de mi alma. Porque cuando las luces estan apagadas no hay nada mas que decir. El amor es el verdadero dolor. Una revolucion interna en nuetras mentes, y es que cuando las luces estan apagadas tu estas tan y tan lejos. Dime tu verdadero nombre. En el silencio de la oscuridad, nos uniremos." Kamelot, "The Black Halo", "When the lights are down"

Cuando uno vuela de noche, desde las alturas reconoce "esporas" de luz, brotes de humanidad, que iluminan nuestros cielos y nos dan la impresion de que sobrevolamos nuestra propia pequenyez*, uno ve de repente una luz, un fuego fatuo aislado que se mueve serpenteado rodeado por un paisaje meramente oscuro, e intenta proyectarse en esa pequenyez, que historias alberagara ese pequenyo punto luminoso, tan cercano y al vez tan inalcanzable. Lo mismo podriamos decir de las estrellas, solo con una sutil diferencia, uno no puede viajar a las estrellas, sin embargo, M. media hora mas tarde si estaria dentro de ese fuego fatuo recorriendo carretereas oscueras: estaria montado en un autobus con destino a Cambridge desde Luton. Y estando en ese viaje, tan distinto del anterior, algo pasaria por su mente.

No es ningun secreto que M. esta malo del corazon, no fisicamente, sino sentimentalmente hablando. M. aun sufre dolores de corazon, sobretodo durante las noches, cuando actua su malicioso subconscietne. Le ataca con imagenes y escenas, bastantes de las cuales eroticas, a las cuales M. renuncio hace ya un tiempo. A veces M. no acaba de comprender los motivos que le llevaron a tomar esa decision, es mas, muchas veces imagina que hubiera sucedido con otra decision, y lo peor de todo es que ese rechazo esta materializado y cada dia esta ahi para recordarselo. Sin embargo en el fondo M. sigue pensando que hizo bien. De todos modos, cuando M. sufre del corazon, por ejemplo ese dia en el que aterrizaba en Luton, M. es consciente de ese dolor, i de como es provocado. Y piensa en la forma de solucionarlo, como imaginar lo que es imposible no es una buena forma, piensa en lo que necesita, eso es, un cuerpo. Un cuerpo, un cuerpo debe sacrificarse por el, el sacrificio de un cuerpo.
Es entonces cuando de repente nos pasa por la mente la imagen topica y arquetipada de un sacrificio de un cuerpo de una joven para un dios, un rey o lo que sea. M. no es ni lo uno ni lo otro ni se lo considera (si en el reino de su cuerpo o en la religion de su ser pero no mas alla) ni tampoco lo que pide M. es un sacrificio con sangre y visceras... sin embargo en el fondo la esencia del sacrificio y el motivo de este son el mismo. Tan solo asi se puede contentar a ese dios, tan solo asi M. conseguira superar su dolor.

















*de nuevo este post no tiene tildes y la grafia iberica por excelencia se prepresenta como en catalan con "ny".

La Madre de los huevos

Es curioso ver como uno no pude simplemente sentarse y esperar la inspiracion*, ya lo dijo Picasso y lo lei en alguna parte pero sinceramente no me acuerdo en que parte lo lei. Estoy completamente calmado y tranquilo en un vuelo de EASY JET sobrevolando el Atlantico o el Cantabrico, a saber, a mi lado esta sentado mi "Alter Ego" en el sentido ordinario de la expresion: la imagen especular de mi persona, en todos los sentidos. Y aqui sentado en este asiento 19A de un Boeing 737 no me llega la inspiracion; es decir, me pongo delante del cuaderno con el boli y no se como empezar el post. Sera porque no lo escribo como siempre, aporreando teclas ahogado en mi sillon, veamos si ahora ha llegado...

Ultimamente M. se ha repetido en un sentido: ha mantenido dos veces la misma conversacion y eso a alguien como yo, que le gusta escribir, pues le interesa. M. habla con gente sin pareja, como el, con todo lo que ello pueda implicar, y recuerda esa bella tarde-noche de octubre en la que inmerso en una taberna sutilmente romantica en cierto sentido, en la que estaba con aquella mujer, aquella que le tiene hechizado, esa mujer que su alma nombra, y se miraban a los ojos, y se reian y bebian sangria, se balbuceaban algun poema y se cantaban alguna cancion, incluso de vez en cuando se acariciaban y M. se quitaba las gafas, analicemos esta accion, no es algo gratuito ni arbitrario, quitandose las gafas, M. solo la veia a ella, todo a su alrededor estaba nebuloso, como si el hechizo le provocase ceguera mas alla de los ojos de ella, y el se lo decia y una leve e impercetible tension sexual se respiraba en el ambiente, pero no erremos. Totalmente irrealizada. M. con su hechicera nunca ha c
ruzado el umbral de lo carnal y es mas, despues de su maravillosa velada esta decidido a no cruzarlo jamas, almenos por iniciativa propia, alguien tendra que cogerle de la mano para cruzarlo. M. ha sido capaz de ver que esa no es la mujer escurridiza que le hace pedir ayuda al Senyor de la Noche ni la Virgen mas Joven a la que saldra leche del pecho.

El nucleo de todo esto es recordemos la "sutil tension sexual" relacionada de forma intima con "la estupidez del erotismo", eso es lo que hace posible todo (en gran parte y de forma triste) y a la vez es capaz de destruirlo todo. Dijo en El libro de los amores ridiculos Kundera: "Lo unico eterno que he encontrado en esta vida es la amistad de un hombre, ya que no esta salpicado por la estupidez del erotismo". Pues eso, a su vez puede ser como la vida de Montes; la estupidez puede ser maravillosa. Sin esa "sutil tension sexual" en parte pensamiento, en parte necesidad biologica (a partir de ahora solo la calificaremos de biologica) es La Madre de los Huevos, ella nos motiva, nos da alas, activa nuestro cerebro, pone nuestro cuerpo en alerta, nos mantiene en una especie de tension muy primitiva, eso nos mantiene agudos, asi M. hace sonreir a su hechicera y asi M. se siente tan excitado tanto mental como fisicamente, si se pierde esa tension M.
pierde el hechizo, ergo pierde la hechicera. La forma de romper ese hilo, ese sutil hilo de tension sexual, es muy sencilla: tansolo hay que tirar de el, tensionando: un beso, un acto sexual, eso lo estroperara todo, rompera el hechizo, pero... porque?

Porque biologicamente hablando nuestros genes son en primer lugar egoistas, no es gratuito, biologicamente hablando estamos, como especie, sobre la faz de la tierra para reproducirnos y perdurar como especie, poco mas. Biologicamente hablando somos el chasis de nuestros genes y el objetivo supremo, la opera magna de nuestro yo como miembro de la especie es la reproduccion, el que nuestros genes perduren. Una vez conseguido eso somos un estorbo para el biorritmo y hay un gran problema: la naturaleza no entiende de profilacticos. Un acto sexual por ejemplo le diria a M. que ya ha conseguido repdroducirse con aquella hembra, ya ha llegado a la culminacion por la que su cuerpo y mente han trabajado tanto, esa tension habria ya desaparecido, desapareceria tambien el brillo en los ojos, despareceria esa poesa, esas canciones, desapareceria tambien esa taberna, ese pianista que siempre les toca la Nocturna num. 2 para piano de Chopin, desaparecerian hechizo y hechicera y entonces M. volveria a ponerse las gafas y se veria rodeado d
e soledad y a la merced de la soledad de otros. Por ello y por muchas otras cosas mas, que no vienen al cuento, M. habra de vivir este eterno castigo: nunca jamas podra M. concocer el olor del cuerpo de su hechicera!

Pero interpretar con lo escrito que M. esta condenado seria un error, M. no esta condenado, tansolo el hechizo y la hechicera con respecto a M. lo estan. Pero hay de todo en el mundo; hechiceras, hadas, ninfas, sirenas, putas y finalmente esa media naranja, que nada tendria que ver con todo esto y que conseguiria hasta que alguno se quitase las lentillas, entre ellos M., si las llevase.

“El acto de parir, ya se trate de un hijo, una idea o una obra de arte, va siempre acompañado de dolor. Los indios huicholes piensan que la pareja de la mujer debe compartir el dolor y el placer de dar a luz: por eso, mientras ella está de parto, el marido se sienta en las vigas situadas sobre su cabeza con una cuerda atada a los testículos. Cada vez que tiene una contracción, la parturienta tira de la cuerda. Al final, el marido siente tanta alegría por el nacimiento del niño como la mujer ¡O incluso más! Esta costumbre de compartir los dolores del parto, en la que el hombre mantiene una actitud simpática de empollamiento ante la llegada del hijo, está extendida entre muchos nativos. (Pintura sobre madera huichol, contemporánea, California, Estados Unidos.)”

A. GELTY, La diosa. Madre de la naturaleza viviente, Madrid, 1996, p. 68.



*este post no tiene tildes y esa grafia de este pais tan caracteristica tampoco la puedo escribir y la sustituyo por ny; motivo: esta escrito desde el Departamento de Ingenieria de la Universidad de Cambridge (hala!),