Así habló M.

Me han pedido, que dé explicaciones, me cogieron por los brazos, por las piernas, no me dejaron hablar, ni siquiera me pidieron explicaciones por lo que había hecho, se limitaron a decirme, "esta bien M. todo esto ha terminado, ahora sal allí y cuentáselo a todo el mundo", yo estaba asustado, me dijeron también, que por primera vez podría dedicarme a ellos directamente, sin nadie que me suscribiera, entonces me empujaron, me precipité hacia la cortina, me tropecé y me caí de bruces en medio del escenario.

Levante la vista, y allí estaban, Los Rostros Expectantes. Entonces lentamente me incorporé, el escenario tenia el suelo polvoriento, así que me sacudí los pantalones. Me puse en pié, me incorporé y entonces una luz intensa cayó sobre mí. Los Rostros Expectantes expectaban de veras. Era hora de abrir la boca. Mi discurso, que no preparé, fue más o menos así:

"Me han despedido, vaya es decir, que ya no trabajo para la compañía. Tenemos algunas cosas escritas, así que probablemente vayana  verme ustedes un poco, sería una pena desechar el trabajo de estas últimas semanas. Pero, es verdad, no hay rencores, no. Ninguno. Ya no tiene sentido que siga aquí, por definición me tenían que echar a la calle, no es que estuviera en ningún contrato, no. Nada de eso. Bueno, se habrán dado cuenta de que mi personaje estaba definido entorno de algo... er en no en particular pero si particularmente especial, aunque fera en general. Y oh, vaya ese algo se ha perdido. Y bueno, lo único que puedo decir es que mucha suerte, voy a seguir esto de cerca y en fín, muchas gracias a todos vosotros, por estar, digamos.. ahí. No descarto volver cuando sea necesario, a pesar que los de allá arriba, que me escriben, han cambiado un poco la política de la compañía. Pero bueno uno nunca sabe. Vaya parece que estoy alargando demasiado esto, debería ser naturalmente más corto. Bueno, adiós amigos".

Y así es como M. habló sobre su despido.

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