Un trance a padecer

"¿No es mi trance el mismo que padecen tantos contemporaneos míos? ¿Conseguir que una sola y unica mujer satisfaga todas sus exigencias?"

Un día de estos vas y te presentas a un dective privado; desesperado. Te han amenzado, sí, de delatarte; te han pillado con una de esas furcias a las que has pagado, joder, ¡la intelectualidad a veces se tiene que comprar! Estas desesperado, si no haces una entrega generosa de billetes, tu mujer lo sabrá ¿Cómo reaccionará cuando se de cuenta que has mantenido conversaciones existencialistas con otra? Que has discutido sobre Rabelais y el arte de la novela. Que has discutido acerca de la dualidad del hombre y del eterno retorno. Seguramente no podrá soportarlo. Además, te acusará de haberlo hecho con una jovencita recién licenciada... o quizá ¡Ni siquiera eso! "¡Como has sido capaz sucio asqueroso de llevarnas a nuestro café preferido!". Y es lo que tiene que una sola y una única mujer no satisfaga todas nuestras exigencias.

Conozco un caso (patológico) que reza como sigue; un amigo mío, cirujano plástico, estaba felizmente casado con una mujer que satisfacia sus inquietudes existenciales libres de sujetivismo y no requerentes de soledad, tenía además, por lo que él afirma, un físico más que agradable. Sin embargo, tenía un gran defecto, que a partir de cierto día le imposibilitaron de gozar con ella sus vidas sexuales; una noche, bajo la tibia luz de la luna, vio en el rostro de su amante, en su perfil bueno, el recuerdo de su tía Ágata, a partir de ese momento le fue imposible de sentirse excitado de nuevo por su mujer. Buscó y encontró: una mujer cuyo físico desproporcionado había provocado que la tendencia del mundo al equilibrio de la energía tuviera un intelecto un tanto deficiente. Mi amigo tuvo una aventura con esta mujer (recién licenciada) y la convirtió en su amante. Mi amigo, que era una persona mucho más decente de lo que desprenden estas líneas terminó por no soportar su situación, de modo que encontró en su profesión la solución perfecta; con un poco de cloroformo en un pañuelo, dejó inconscientes a las dos, las llevó a la consulta, y trozeando el cuerpo de su mujer y hechándolo el río hizo lo propio con el cerebro de la otra, el consciente de su mujer al verse en tal maravilla de cuerpo acepto la nueva situación sin siquiera preguntarse nada y atribuiéndolo a un milagro de la naturaleza. Y sin embargo, al poco tiempo, mi amigo volvió a sentirse atraído por otra mujer, recién licenciada. En ese momento decidió coger unos patines y dedicarse a recorrer el retiro de arriba a abajo tocando una trompeta y vestido sólo con mallas rosas.

A todo esto, otro amigo mío, está vez con nombre y apellido aunque por su voluntad mantendremos aquí su anonimato añade a modo de reflexión sobretodo a lo que se refiere las dos primeras frases del artículo: ¿Quién dice que el narrador sea perfecto? ¿Quién dice a él, que él satisface todas las necesidades que tiene su pareja? El mundo no orbita alrededor del ombligo de uno mismo. Seguro que su pareja también puede hacer un artículo gracioso explicando que "No es grave, sólo bajo los ojos, con cierto tono de luz...". La solución: No significa que sea imposible amar sin mentir, si no todo lo contrario, amar a quien te ama a pesar de los defectos de una mismo y por qué no, tomandolos como esas pequeñas cosas que comparten una persona y otra. Esta teoría puede llegar a ser peligrosa y que nos lleve al conformismo absoluto y eso nos deja de ser bonito. La idea principal es no hacer una obsesión de una tontería y dar fuerza a muchas otras cosas que de verdad importan. A veces, todos perdemos el rumbo, pero no significa que ya no vayamos a llegar a nuestro destino. Sólo hay que recrodar, meditar un poco y veremos que un tropezón no deshace toda una jornada de camino.

Ha dicho. Quería añadir yo, que un día de diciembre tuve un sueño; todo estaba iluminado, y llegaron unos amigos míos y me despertaron, todos me miraban y me decían "M. ya está aquí, ha llegado" declaraban cuales apóstoles y yo les decía que quién era esa persona tan importante como para que ellos me despertaran "Pues ella, la mujer perfecta, la mujer de cada uno", yo les preguntaba que como era para ser perfecta para todos, y ellos dijeron que ella tenía la apariencia que cada uno quería para él, a sus ojos. Y efectivamente se me acercó en sueños, rodeada de una aureola (todo esto apesta a descenso de la Virgen), una luz intensa que la cubría hasta que estuvo suficientemente cerca de mí y sí, la ví, me habló, me acarició y después se fue, y si.

Era ella. Joder si lo era.

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