Cambiar para Continuar

En un local concurrido, vino, amigos que llevan sonrisas, motivos para festejar, para alienarse. Entre ellos se encuentra una mirada perdida que no se encuentra, que no fija. Y dentro de esa mirada se encuentra una habitacion, vacia. De ese tipo de habiatciones que se llenan rapidamente de sonidos de ecos, a falta de ser habitadas. Una habitacion vacia. Una mirada perdida. Como si se tratara de una fuga perfecta. El plan comienza temprano, al amanecer. M. observa a su alrededor, por doquier ve hilos, unidos a si mismo que se mueven a su paso, que le condicionan cada paso, como si fuera una marioneta animada por centenares de hilos en una caja, una pequenya caja de madera en el centro del teatro de los suenos. M. se incorpora y a su alrededor, estan las imagenes, los cuadros, los libros, los textos: los recuerdos. La vida en cuatro paredes, en cuatro anyos. Dispuestos a ser amputados. Volvamos al bar. Que se encuentra tras la mirada vacia de M.? Mira ahora fijamente a traves del vino, alza la copa. Brinda. En su mente traza los ultimos detalles de su huida. Lo tiene un tanto complicado pues se encuetra en el ombligo del huracan, en el propio centro de su universo.

Volvamos al amanecer. M. se levanta, toma fuerzas y se dispone, pedazo a pedazo desmonta su habitacion, cada libro extraido, cada fotografia arrancada, cada tornillo de cada mueble es como amputarse un miembro, perder una dioctria, darle una vuelta de tuerca al corazon cuando ya no es necesaria dicha vuelta; es doloroso y marea. Pero M. se sobrepone. Llegada la mala hora, despues del mediodia, lo ha conseguido. La habitacion esta vacia, la amputacion ha sido precisa, y poca sangre ha sido salpicada. Para que no duela a falta de anestesia M. se repite como rezan las palabras de un amigos suyo: “No pienses, desmonta, no pienses”. Una y otra vez suenan en su cabeza. Vacia la habitacion, su mirada la recorre por ultima vez, se acerca a la puerta y ya des de fuera de esta, en un acto solemne, cierra la puerta, M. procede a ocultar sus pertinencias en un lugar seguro. La venda cubre entonces el munyon. Llega la hora de elegir el equipaje y procede. Pero M. teme, se acercan los nuevos inquilinos, aquellos que reclaman su tumba profanada. A la llegada de estos M. se muestra gentil, les deja hacer su trabajo, se instalan. Y el plan sigue, M. se dirige hacia el local.

La mirada sigue vacia, las sonrisas se repiten sonoras. Pero ha llegado la hora, M. se levanta, se despide, vuelve y abre a hurtadillas la puerta de su antigua habitacion, no esta, se esfumo, se me ocurre compararlo con un perro que de un dia para otro no te reconoce como su duenyo, sino como a un extranyo. M. ejecuta la ultima fase de su plan.

Huye, corre, espera, pasa, embarca, y vuela. Vuela. Se les puede dar un objeto a todos estos verbos, embarca al acion, pasa el control, espera la cola, corre en coche, huye? M. huye? M. huye del centro del universo, de ese lugar en el que incluso en el estamos solos.

el texto no inclye tildes y la letra caracteristica del abecedario castellano se sustituye por "ny"

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Molt bon post, si senyor!

Transmet molt i se sent :) El millor moment: ... y vuela. Vuela.

Doncs això és el que et dic jo: Vuela. Perquè és precisament el volar, la costum de volar, canviar i moure's la que fa que els referents, els sentiments de pertanyença, esdevinguin cada vegada més i més.

Recorda qui ets: ets el que tu fas. D'on ets? Bona pregunta, en tot cas l'escenari temporal no es l'escenari pel qual tu passes, sinó que ell el que passa pel teu camí.

Per cert dues coses: m'ha agradat molt la "ny" (resposta a la pregunta d'on ets). I una costatació: com ha canviat el blog des de que et vaig fer canviar la musica!!! com diria un anglès acatalanat: There is no colour!

ricardo dijo...

la nota al pie es por mí???