Un poema inacabado cualquiera

Tiritante esperanza, vana,
que perpetua se contagia.
Quiero vivir de tu enfermedad.
¡Oh! Tu que alargas mi yo decadente
Empuja al astro candente
Tu eres la semilla rota de la tierra quemada
Tu eres fuego fatuo en la oscuridad
Viento en la claridad
Siempre atendiendo más nunca complaciendo
Curate, de ella,
Y si no me dejara vivir la desesperacion
entonces, ¿para quién escribiría yo?

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