El Testamento Traicionado

A M. y C. les gusta pasear, veamos, se han acostumbrado a pasear, al uno con el otro. Y vamos no es otra cosa que cuestión de probabilidad que de vez en cuando, algo interesante les ocurra. Así fué. M. volvía de comprar un tal libro "Los Testamentos Traicionados" un ensayo acerca del testamento del arte europeo y sobre como supuestamente este ha sido traicionado especialmente, el arte de la novela. Vaya, a C. no le interesa mucho, y bueno M. algun dia tenía que leerlo. Y así sucedió lo interesante:

Un pordiosero, es decir un vagabundo les pregunta por tabaco. Ellos no fuman, pero el vagabundo no cree, así que les acusa de mentirosos, M. y C. se defienden y el vagabunda les pregunta si estudian, afirman, entonces el prodiosero empieza a formular preguntas, una Trivia, capitales, países, cultura católica, M. y C. deciden echar el freno, "somos ingenieros (casi), se desvía usted de nuestro campo con esto de la religión". Así que ese hombrecillo empieza a mirar directamente a M. a los ojos, C. queda un poco apartado (¿Para su suerte?). Y ese hombre abre una brecha en la coraza de M., les afirma: "Sóis muy buenas personas", "Como todo el mundo en el fondo señor" responde M., M. no puede dejar de sonreír, se siente hechizado por la escena. El mundo se mueve a su alrededor, y ellos en la mitad de la cera parados riendo ante un hombre que apesta y no sólo a alcohol. El hombre le pide el dedo índice a M., M. se lo ofrece, el Pordiosero lo toma con fuerza y mira a M. fijamente a los ojos, M. hace lo propio. El pordiosero empieza "Mmmm estás deprimido verdad", "Tienes problemas digestivos", "Tienes problemas de muelas", empezó bien, pero todo es ya muy visceral, de todos modos, parece que ese maloliente pordiosero encontrase una puerta al alma de M. una puerta que por pomo tiene un dedo índice. M. sonríe y matiza al nuevo "pitoniso". Hasta que el Pordiosero le sugiere que M. debe de arrepentirse de eso que hizo con la coca. Lástima. El pordiosero se ha equivocado, no sólo ha fallado sinó que ha puesto en descubierto sus intenciones. Es un rematado hijo de puta. A continuación empieza una carrera emocional, el pordiosero si no vigila perderá a sus víctimas. El pordiosero empieza a soltar máximas bíblicas, incluso en latín, recita el Pater Noster y mil historias, M. le pide que se detenga, pues ellos no saben de esto. El pordiosero entonces cita a Becker, y libera el pomo de la puerta de M., M. recita algunos versos y la escena empieza a parecerse a un combate, aún así el campo de batalla conserva aún mucha magia. El pordiosero confiesa "El alcohol me ha traido las penas... o las penas me han traído el alcohol", entonces juega con la maldad y bondad de las personas, y se hecha a sí mismo la mierda; no tiene dónde ir, dónde va a ir,¿ a una iglesia? Pero nosotros podemos ayudarle. Dice, las personas son buenas, dice conoce a tu enemigo, dice que todos somos iguales, nos señala, todos somos hermanos y hijos del espiritu santo, cita a Sócrates. M. le detiene "Demasiado supones", "Yo no sé nada" replica, y M.: "por eso mismo; ¡demasiado supones!", no somos sus hermanos, no somos iguales y no podemos ayudarle, le decimos. El hombre se rompe, se rompe en lágrimas, tímidas pero lágrimas. No podemos ayudar a nadie que se ha autodestruido y ha borrado las senda que le precede y que le aguarda. Y David nunca pudo con Goliat. El collage de filosodía barata de libro polvoriento ensayada y ensayada llega a su fin, entre parafraseos, M. y C. tienen que irse, y M. targetas de crédito aparte, le ofrece al pordiosero 25 céntimos, todo lo que tiene, y le pide al pordiosero por favor que lo gaste en comida. Nada de tabaco. M. y C. se van y comentan la jugada "muy curioso","interesante","constructivo"... Se despiden.

M. se monta al autobús y en el viaje vuelve a ver al pordiosero, ay, ese hombre le había hecho sentir feliz, feliz por las circumstancias, por la vida, por él mismo, por ver que aún queda esperanza en este mundo: Le ha hecho sentir especial. Jodiendas. Mentiras, el muy cabrón ya estaba con su discurso aprendido y recitado con otros pobres estudiantes. Ni las putas cobran menos, 0.25€ los 40 minutos.


2 comentarios:

ricardo dijo...

joder macho, ayer debiste tener toda la tarde libre!

Anónimo dijo...

Me gusta el espíritu de M., sí señor.