Me se torció la pluma, I

Ve al grano
está bien de acuerdo. Che, ¿está usted seguro de que todo esto puede ayudarle?
Por supuesto, a esto me dedico ¿no se acuerda?
Si pero, no deja de ser extraño ¿sabe?
¿Perdone?
Cómo pueden nuestras vidas dejarnos confesasr a quién menos nos importa, ¿acaso son los que más nos ayurarán?
Creo que no le sigo
Mire, ¿usted canta por la calle?
Insito en lo de que no lo sigio
Mire no sé si se habrá fijado agente pero la gente ya no canta por las calles ¿no es cierto? Yo no dig que antes ocurriera, simplemente me imagino que en el mundo de antes la gente podía cantar por la calle sin que tuvieran que vestirla de rosa, ¿me sigue? Bien. Y sin embargo fíjese, nadie canta sólo por la calle. A no ser que sea un clochard, o un loco, que no es lo mismo, pero se le acerca si usted ¿me entiende? ¿Me está escuchando? Sea educado y asienta alguna vez hombre. Bien, cómo le decía, sin embargo si uno va acompañado, y hay alguien que les escucha, entonces parece cómo si tuviera licencia para cantar, sí como el tipo ese. Va acompañado y parece que algo le escucha; entonces la locura compartida deja de ser locura. No es así si uno canta sólo. Pero a mi me gusta cantar, especialmente si estoy sólo ¿sabe? Hablando de grados de locuras usted se habrá percatado también de que hablar sólo es incluso más locuro que cantar sólo. Supongo que será de las vías más rápidas para que le pongan a uno en bata rosa. Y otras cosas por el estilo.
¿Quiere hacer el favor de ir al grano?
Oiga, aquí todo es importante, sinó, nunca entenderá cómo llegué a esa casa, y cómo sucedió todo. Y no habrá cosas por el estilo. Todo terminó cuándo después de que sucediera, tuviera que volver andando a casa, de noche, cruzando unos cuantos arrondismens, terminé cómo siempre, cantantdo, las 10, las 20, las 30, cantando las 40. Me encanta caminar por la ciudad, esa bestia que de noche duerme, y les permite a los torcidos como yo, destorcerse. Ya verá usted que al final, cuando todo encaje, me acaba entendiendo.

2 comentarios:

José Luis Díaz dijo...

La locura compartida deja de ser locura. Me gusta este articulo, parece sacado de una pelicula de Woody Allen.

Anónimo dijo...

¡Buena dosis de subrealismo! xD